De Santiago de Cuba escribe a Buzón abierto Alexis Cadet Ibarra con una queja de suma prioridad, el derecho de los trabajadores a ingerir, en los comedores obreros, alimentos en buen estado.
El centro donde labora, la Empresa de Aseguramiento para el Comercio Mayorista de Productos Alimenticios y otros Bienes de Consumo, que pertenece al Ministerio de Comercio Interior, no tiene incorporado el pago del estipendio por concepto de almuerzo, por lo que mantienen un comedor, ubicado en la calle Peralejo, entre San Basilio y Aguilera, con una grave situación de insalubridad.
Alexis asegura conocer de la presencia allí de insectos entre las maderas que conforman las mesas, la caja de agua y hasta dentro de la comida, lo cual dice mucho acerca de las medidas higiénicas y de quienes se encuentran a cargo de esta actividad. Un suceso desagradable a inicios de año se lo corroboró.
Justo el 3 de enero, en el horario de comida, detectó un “visitante” no grato en la bandeja y, para su sorpresa, las cocineras actuaron como si fuera algo que, por repetido, ya carece de importancia.
Resulta penoso y cuestionable por qué siguen brindando un servicio si el local carece de la higiene indispensable para una tarea de tal índole.
Días después, en el comedor, el remitente volvió a ser testigo de otro hecho, esta vez relacionado con el precio. Ofertaban el mismo menú de la jornada anterior, pero con diferente costo. El arroz amarillo y trocitos de carne de res de 5.30 CUP, había subido a 6.75 CUP. Asombrado preguntó las causas de la variabilidad del importe y la cocinera le informó que Guillermo, el otro cocinero, indicó que “ese era el precio, porque había menos comensales”.
Lo anterior es un dato que requiere más de un análisis sobre las posibles causas que “justifiquen” la inestabilidad de los costos. Pero aquí hay más tela por donde cortar, ¿desde cuándo no se realizan inspecciones, los directivos están al tanto de la situación? Todo apunta en sentido contrario a cualquier respuesta positiva. El reclamo de este trabajador constituye un llamado de alerta para que las autoridades pongan empeño en resolver el asunto.