“La Unión Eléctrica en Cuba realiza en el año tres jornadas de Seguridad y Salud del Trabajo. En abril y octubre, los dos meses de mayor ocurrencia de accidentes, según los registros históricos; y, luego en noviembre, atendiendo a la convocatoria de la Central de Trabajadores de Cuba y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social”, comenta la máster Nancy Almaguer Rúa, directora de Recursos Humanos de la Empresa Eléctrica Las Tunas.
Esa práctica demuestra los desvelos de la organización empresarial por garantizar la integridad física de sus colectivos, los cuales laboran en condiciones peligrosas que reclaman preparación, profesionalidad y respeto a las normas, son cotidianos y trascienden la jornada de homenaje por su Día, que celebran cada 14 de enero.
A pie de obra…
“Estribos para Ólmer. Sube primero los estribos. Pon las cuñas. Mira bien lo que haces. Ten cuidado con los cascos. Deja en la cesta todo lo que te sobre. Sube el cable…”.
Son frases cortas y precisas que Eradi Herrera Espinosa pronuncia fuerte y claro, y las reitera, porque de su estricta observancia depende la seguridad y, a veces hasta la vida de un hombre, por la complejidad de las tareas y los peligros que encierra laborar en las alturas manipulando cables eléctricos y diversas herramientas.
Eso lo saben bien los linieros, pero “es preciso recordarlo siempre para evitar que las rutinas pongan en peligro su integridad física”, remarca Eradi, quien con más de 22 años de experiencia en estos menesteres hace ya casi 16 desempeña la responsabilidad de jefe de brigada.
“Esos son mis hijos”, enfatiza y señala los cinco colegas enfrascados en el mejoramiento de las redes, en un área de la ciudad de Puerto Padre, con el objetivo de disminuir pérdidas y estabilizar la calidad del servicio.
Y remarca: “Mi papel es cuidarlos velando que cumplan todas las medidas de seguridad y salud del trabajo; y, termina cuando concluyen las faenas con eficiencia y calidad, y todos salen ilesos”.
¿Lo primero?, el hombre…
La licenciada Noemí Maldonado, psicóloga de la entidad, le atribuye singular importancia a la implementación de acciones que contribuyan al bienestar físico, psicológico y social de los trabajadores, “cuyo desempeño seguro está, también, estrechamente relacionado con sus estados de ánimo, en lo que definitivamente, y mucho, influye el entorno laboral, que debe distinguirlo un ambiente saludable, higiénico y enaltecedor de la imagen organizacional”, argumenta.
“Las estadísticas demuestran que las causas fundamentales de los accidentes son la conducta del hombre y las tendencias a violar, por exceso de confianza y las rutinas productivas, las normas y protocolos de seguridad”, aduce Ana Fernández Pérez, especialista principal en Seguridad y Salud del Trabajo en la empresa.
El ingeniero Carlos Arias Sobrino, director de la Empresa Eléctrica Las Tunas, ha reiterado el compromiso de trabajar mancomunadamente con el sindicato en esta materia, que es prioridad del Estado cubano.
Pero, Arias Sobrino insiste en que es importante la responsabilidad individual y colectiva de los trabajadores en la observancia de las normas y procedimientos establecidos en estos asuntos para minimizar peligros y preservar la salud.
Los resultados…
Los resultados son tangibles, “aquí, en Las Tunas, hemos logrado período de 15 años consecutivos sin lamentar accidentes fatales; y, en los últimos seis hemos mantenido ese logro, gracias a la implementación de estrategias que incluyen la introducción de mejoras continuas como parte de un sistema de gestión en materia de seguridad y salud del trabajo”, argumenta la Directora de Recursos Humanos.
Y todo, a pesar de la protagónica participación de trabajadores del sector en la restauración de los daños ocasionados por el azote repetido de huracanes en diferentes provincias del país y las condiciones de trabajo extremas que generan estos fenómenos naturales, como lo fueron Matthew e Irma, por solo mencionar los dos meteoros más recientes.
“En ambos casos afiliados nuestros dieron su apoyo a la rehabilitación de los servicios en las provincias de Guantánamo y Ciego de Ávila, donde realizaron verdaderas hazañas laborales y lo hicieron con organización y disciplina, y no hubo que lamentar accidentes”, recuerda Pedro Barrera Osorio, secretario general del Buró Sindical Extraterritorial de la empresa.
A los éxitos han contribuido con singular impacto, además, los programas de capacitación que organiza y desarrolla la institución mediante la Unidad Empresarial de Base de Formación, que es garante de la sistematización de conocimientos para la ejecución de estas complejas y riesgosas misiones.
Basta señalar que del 2015 al 2017 en esa unidad se realizaron cursos de habilitación y reciclaje en diferentes especialidades, en los cuales se graduaron mil 428 trabajadores de la entidad y de otras fuentes de empleo, con énfasis en los puestos claves: linieros eléctricos, lectores-cobradores e inspectores, fuerza calificada que contribuye a la armonía del sistema.
El propio Eradi lo confirma: “Yo fui alumnos de esa unidad, allí di mis primeros pasos, luego me capacité en la Escuela Nacional y, ahora, me satisface brindar mis experiencias como instructor de esa UEB”.