Quienes pensaron que Los Van Van perderían relevancia ante la ausencia de su fundador, su más reciente producción discográfica Legado, presentada recientemente en el Salón 1930 del Hotel Nacional, legitima su música con mayor fuerza y es un digno homenaje a Juan Formell.
Compuesto por catorce temas de los cuales tres, Amiga Mía, Te extraño y Por qué lo haces, llevan el sello del maestro. El primero, en la voz de Armando Cantero, Mandy, ha tenido excelente acogida en las emisoras y listas de éxitos musicales de la televisión; mientras que el segundo suena al estilo de su hija Vanessa Formell, última integrante en llegar a la emblemática orquesta. Por ser ella la única fémina de la agrupación tiene el reto de aportar un sabor diferente en cuanto a melodía y sonoridad.
Esta nueva entrega constituye la primera lanzada al mercado sin la presencia física de su máxima figura. La anterior, Fantasía, no pudo terminarla y el proyecto recayó en manos de su hijo Samuel, actual director de la banda. Aunque han pasado tres años desde su ausencia, el Tren de Cuba suena como primer día.
El CD cuenta con la colaboración de los músicos Boris Luna y Juan Ballestero en Qué pena y Yo no soy un mango lleva la impronta de Samuel Formell y Alberto Alberto. Le sigue Legado de vida, de Jorge Leliebre y para el cierre Anda, camina Juan, de Roberto Hernández.
La imagen de portada, una bandera cubana y el interior del disco llevan la firma del artista Michel Mirabal.
No podía finalizar el año sin que regalan un fonograma donde combinan ritmos y estribillos que podrán a bailar a los cubanos en este y el próximo año. Si han trascendido como orquesta ha sido, precisamente, por ser cronistas de su tiempo, describirnos tal y como somos, además de entregarle al mundo la cubanía que nos distingue en cualquier país.
“En vivo pocos suenan como Van Van”, escuché decir en cierta ocasión a un melómano durante una conversación. Y es cierto, son portadores de un sello único. Es la huella del maestro en cada uno de sus músicos.
