A los cubanos se les atribuye como peculiaridad que no logramos situarnos en el término medio. Sin embargo, los recientes análisis en las comisiones permanentes del Parlamento estuvieron despojados del exceso de optimismo y alejados de cualquier pesimismo. Así ocurrió no solo en el tratamiento de los temas a los cuales responden, sino además, en la discusión del anteproyecto de la Ley del Presupuesto para el 2018, aprobada en sesión plenaria.
Control, disciplina, eficiencia, ahorro, interés, sentido de pertenencia tienen que acompañar a la voluntad política de proseguir adelante con el desarrollo del país, para ello es imprescindible no solo esforzarse, sino obtener resultados, y en esto enfatizaron los protagonistas del X Período Ordinario de Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Por sus responsabilidades desde el nivel local y hasta en los sectores empresarial y presupuestado están obligados a contribuir para que los números macroeconómicos recogidos en la citada norma jurídica se desdoblen en información decodificada, generadora de planes y provecho final. De lo contrario, cómo entender y hacer valer que el presupuesto del Estado para el 2018 crezca un 6 % respecto al de este año.
Esto debe interesar a cualquier ciudadano, y especialmente a los trabajadores, a punto para discutir las cifras directivas de sus planes y aportar ingenio, compromiso y tesón con vistas a hacer realidad lo refrendado en ley: respaldar los programas que constituyen prioridades para el avance de la nación y también aquellos que garantizan los servicios básicos de la población.
Particular atención merece el tema para quienes laboran en las formas de gestión no estatal, cuyos aportes al presupuesto crecieron, pero distan de sus potencialidades. No son pocos los que incurren en conductas ilícitas para evadir el pago de impuestos o hacerlo en cuantías inferiores a las debidas.
Muy válidos entonces los señalamientos de la ministra de Finanzas y Precios de que para esas actitudes está previsto un mayor control por la Oficina Nacional de Administración Tributaria, incluidas más de 5 mil acciones a profundidad, a fin de detectar a los evasores, determinar con rigor las deudas y sanciones, solicitar la aplicación de medidas disciplinarias que resulten procedentes, así como realizar las denuncias que en el orden penal correspondan.
Falta cultura tributaria en Cuba, lo cual no exime de esas obligaciones que en cualquier parte del mundo sustentan los presupuestos. En el nuestro, el cobro por concepto de impuestos, tasas y contribuciones ya constituye el 75 % de los ingresos, lo que valida la capacidad recaudatoria del sistema tributario, que en la Ley del Presupuesto del 2018 tendrá una nueva aplicación, como parte de su gradual implementación.
Se trata de la introducción del impuesto por la ociosidad de tierras agrícolas y forestales, que comenzará como experimento por las provincias de Pinar del Río y Cienfuegos, y en los municipios de otros territorios que creen las condiciones. Como precisaron los especialistas, su fin no es recaudatorio sino compulsar a quienes mantienen las tierras improductivas o lo hacen deficientemente.
Hay otras novedades, pero por limitaciones de espacio sugiero la lectura de la norma legal cuando sea publicada en la Gaceta Oficial. Sin embargo, estimo obligado referir un tema muy tratado por los diputados, la recuperación de las afectaciones provocadas por los huracanes Irma y Matthew.
Para continuar esa misión estarán los recursos financieros que a su vez asegurarán los materiales. Su uso eficaz, la disposición y los logros quedan a cargo del mismo ejército que hizo proezas y borró destrozos del meteoro que azoló 12 provincias en septiembre pasado. El mismo que volvió a demostrar la validez de la doctrina de Guerra de todo el pueblo para este, y eventos de otra índole, como subrayó el General de Ejército Raúl Castro Ruz, en la clausura del X Período Ordinario de Sesiones del Parlamento.