Fomento, primer eslabón de una cadena de victorias

Fomento, primer eslabón de una cadena de victorias

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Muy próxima a las estribaciones del macizo montañoso Guamuhaya, la localidad de Fomento se comunicaba con Placetas y Báez por carretera, y con Manicaragua, Güinía de Miranda, Cabaiguán y Sancti Spíritus mediante caminos vecinales, estratégica posición por la cual el comandante Ernesto Guevara de la Serna, Che, lo eligió para iniciar la Campaña de Las Villas.

El comandante Ernesto Guevara en la Compañía Telefónica de Fomento, rendida el 16 de diciembre de 1958, y donde de inmediato instaló su Comandancia.
El comandante Ernesto Guevara en la Compañía Telefónica de Fomento, rendida el 16 de diciembre de 1958, y donde de inmediato instaló su Comandancia.

Con esa finalidad, previamente fuerzas combinadas del Movimiento Revolucionario 26 de Julio (MR-26-7) y del Directorio Revolucionario 13 de Marzo emprendieron una serie de medidas destinadas a frenar todo intento de socorrer al enemigo sitiado, entre ellas la interrupción del puente de Calabazas, el 12 de diciembre, fecha en la cual ocuparon el central Escambray, el derribo del puente de Falcón, el 15, además de situar fuertes emboscadas en la carretera Placetas-Fomento y en el camino de Santa Clara a Báez-Fomento; por esos también tomaron el cuartel de la Marina de Guerra en Tunas de Zaza, y el de Báez, el 16, en tanto la guarnición de Caracusey pactó el abandono de su posición para evitar el ataque.

Hacia el objetivo

Poco antes de las cinco de la mañana del 16 de diciembre, las fuerzas comandadas por Che avanzaron hacia Fomento, por el camino del central Santa Isabel —actual Ramón Ponciano—y el de Fomento-Escambray.

El ejército tenía sus fuerzas distribuidas de la forma siguiente: una compañía de infantería situada en el cuartel; l9 soldados en la empresa telefónica; un grupo no precisado en el teatro Baroja; 16 en la emisora de radio, y nueve en el hotel Florida, estos últimos muy próximos entre sí. A estos se sumaban 120 hombres de la compañía 34, la policía y un número indeterminado de adeptos al régimen, y; si las circunstancias lo exigían, se les incorporarían 115 miembros de una compañía destacada en Placetas.

Una vez rodeadas todas esas posiciones, a las cinco de la mañana los rebeldes iniciaron el fuego. Los primeros en rendirse, a las tres de la tarde, fueron los defensores del centro telefónico, lugar donde  Che estableció de inmediato la comandancia. Les siguieron lo hicieron los de la estación de radio y del hotel, una hora más tarde, tras lo cual los atacantes pasaron a reforzar a los compañeros que combatían contra el teatro, donde el adversario resistió enconadamente hasta la mañana del 18, tras lo cual la atención se centró sobre el cuartel, que se rindió alrededor de las cinco de la tarde de ese día y cuyo jefe, el  teniente Reynaldo Pérez Valencia, pidió sumarse a las fuerzas rebeldes junto a las cuales combatió hasta el final de la guerra.

Poco después, Che realizó  su primera intervención pública en Cuba, ante una jubilosa multitud que festejaba la victoria, y firmó una orden militar mediante la cual declaró territorio libre al comprendido entre los centrales Natividad, Amazonas, Santa Isabel y Agabama; derogó las directivas sindicales impuestas por el régimen, y convocó al pueblo, que en todo momento los apoyó durante el combate, a elegir libremente a sus dirigentes.

La toma de Fomento posibilitó al comandante Guevara dar curso a la Campaña de Las Villas, cuyo inicio no pudo hacer coincidir  en tiempo con la ofensiva final dirigida por el Comandante en Jefe en Oriente, porque antes tuvo que ejecutar determinadas acciones políticas y militares para garantizar el éxito.

A partir de entonces, las fuerzas que combatían en la central provincia de Las Villas bajo su mando y las encabezadas por el comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán, liberaron Guayos, Cabaiguán, Placetas, Caibarién, Remedios, Sancti Spíritus, Zulueta, Meneses, Manicaragua, Báez, algunos pequeños poblados y todos los centrales azucareros. Muy significativa resultó la toma de Placetas, porque con esta en su poder el Ejército Rebelde se situaba a una trentena de kilómetros de Santa Clara, la capital provincial, objetivo  final y más importante de aquella campaña.

Acerca del autor

Graduada de Licenciatura en Periodismo, en 1972.
Trabajó en el Centro de Estudios de Historia Militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), en el desaparecido periódico Bastión, y como editora en la Casa Editorial Verde Olivo, ambos también de las FAR. Actualmente se desempeña como reportera en el periódico Trabajadores.
Ha publicado varios libros en calidad de autora y otros como coautora.
Especializada en temas de la historia de Cuba y del movimiento sindical cubano.

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