Situada en una extensa pradera del municipio de Majibacoa, la Unidad Empresarial de Base (UEB) Llanos de Oriente, adscripta a la Empresa Avícola de la provincia de Las Tunas, es la encargada de garantizar el inicio del reemplazo de las gallinas ponederas y es, por tanto, garante en la sostenibilidad del proceso de producción de huevos.
“De diferentes plantas del país, recibimos aquí los pollitos de un día de nacidos y les proporcionamos todas las atenciones correspondientes al propósito de que a los 56 días hayan alcanzado un peso de 640 gramos y una talla de 83 milímetros de largo”, explica María Josefa Torres Espinosa, una de las 15 féminas integradas al colectivo de 43 trabajadores con esa tarea.
Sus argumentos los validan la experiencia de más de 40 años inmersa en estas labores, que la han dotado de un reconocido currículo entre compañeros de faena, quienes la consideran experta en estas actividades.
Para tener una idea más exacta de la magnitud y las exigencias de este encargo bastaría señalar que suelen recibir partidas que superan los cien mil pollitos, los cuales son tratados con singular esmero.
“Cuando llegan a nuestra unidad, abunda María Josefa, son clasificados, teniendo en cuenta el tamaño con el propósito de lograr uniformidad en el conjunto; a los pollitos se le somete a un período de calentamiento, el cual oscila entre los 10 o 12 días y puede extenderse hasta los 20 de acuerdo con las condiciones de temperatura ambiental.
“También son inmunizados contra enfermedades como el gumboro, la bronquitis y el newscaster, según recomendaciones de especialistas de la planta productora y le realizamos el corte de pico entre los 7 y 10 días”, refiere María Josefa.
Enfatiza que la higiene en las naves es prioridad, “esto es un asunto vital”, remarca y cuenta que descuidan ningún detalle como el calado (uso de la cal), la cloración, la fumigación y la desinfección en correspondencia con las normas de bioseguridad, las cuales son cumplidas con rigor por todos los trabajadores y visitantes.
Y la pasión desborda las expresiones de María Josefa: “Comencé a trabajar en este sector desde el 16 de marzo de 1977 y lo he hecho en todos los propósitos, pero el inicio es el más fascinante”, lo dice enfáticamente y justifica su entusiasmo con la trascendencia de esa etapa en el éxito futuro.
“Los pollitos en esos días son como niños en cuna. Aquí está la base y hay que trabajar bien, porque de esa manera se preparan para que tenga un buen desarrollo y se garantiza una buena ponedora”, sostiene.
María Josefa justifica los desvelos colectivos: “En el desarrollo esquelético de los pollitos son cruciales las primeras 12 semanas y de esas aquí permanecen ocho.”
En Llanos del Oriente comienza un ciclo que es decisivo en los crecimientos sostenidos desde el año 2013 años de la Empresa Avícola de Las Tunas, y la ha convertido en líder en la zona oriental por la eficiencia económica alcanzada, que se traduce en ofertas mantenidas a la canasta básica, el consumo social y la venta liberada.