Como parte del potencial humano que respalda el desarrollo científico del país, las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) reafirman de manera perenne la idea de su promotor, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, cuando concibió crear un destacamento cuyos integrantes estuvieran vinculados sistemáticamente a la superación científico-técnica, a fin de contribuir a la construcción del socialismo.
Así lo ha mantenido su membresía desde el 6 de diciembre de 1964, fecha fundacional de la organización, a través de múltiples iniciativas y la participación directa en tareas económicas, políticas, sociales y culturales, según afirmó Ricmar Rodríguez Gutiérrez, presidente de las BTJ en el país. ´
En entrevista para Trabajadores significó que “las nuevas hornadas de graduados como obreros calificados, técnicos y profesionales han ido ajustando su desempeño a las transformaciones asociadas a la actualización de nuestro modelo económico y, al mismo tiempo, hoy tiene un peso muy importante el devenir científico del país, y el quehacer en sectores como la educación, el deporte, el medio ambiente y el cambio climático”.
Tras la celebración del X Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en julio del 2015 y nuestra XI Conferencia Nacional, recién efectuada, se ha ido proyectando la idea sobre qué movimiento necesitamos en correspondencia con la realidad económica y social, explicó. En esta nueva etapa de trabajo —agregó— asumimos dos pilares fundamentales: la participación de las BTJ en la actualización del modelo económico basada en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución y en la Tarea Vida (plan del Estado cubano para el enfrentamiento al cambio climático) cuya integralidad incluye la adaptación, respuesta y mitigación de fenómenos naturales con acciones a largo, mediano y corto plazos.
“La XI Conferencia llamó a fortalecer cuatro frentes de trabajo. Uno de ellos –precisó— es la superación y capacitación en concordancia con las necesidades e intereses de la economía y también de los jóvenes; la formación vocacional y orientación profesional y acompañarla con los círculos de interés y las relaciones con las empresas; la atención a los técnicos del nivel medio dada la necesidad de diversas especialidades”. Otra arista es cómo divulgar más el accionar de las BTJ con sus 80 mil 551 integrantes en 5 mil 500 centros de trabajo, desarrollar espacios de debate y eventos temáticos a fin de generalizar aportes y estimular a los destacados.
Este movimiento juvenil aúna esfuerzos con 34 organismos, instituciones y organizaciones. “Defendemos la idea de contribuir al sistema de las ciencias en Cuba”, resaltó Ricmar y citó como ejemplo a la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores. “Sus miembros acumulan experiencias y hemos fortalecido lazos de cooperación.
“Llegar a más escenarios —especialmente a los sectores productivos sin descuidar otros—, multiplicar el saber en las nuevas generaciones y que sientan la necesidad de superarse y avanzar en el dominio de las nuevas tecnologías, continuar atendiendo las necesidades dirigidas a los espacios para la superación, capacitación y acceso a la información científico-técnica, son algunos retos actuales a los cuales también se suma el acercamiento a los jóvenes trabajadores del sector no estatal organizados hoy en 33 brigadas con un total de 370 miembros”.
Adelantó que del 6 de diciembre al 15 de enero —Día de la Ciencia Cubana— tendrá lugar la entrega del Sello Forjadores del Futuro reconocimiento que otorga la UJC, a los brigadistas, estudiantes, personalidades y colectivos laborales que sobresalen en la aplicación e investigación científicotécnica.
