El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, y su homólogo de la República Popular Democrática de Corea, Ri Yong Ho, abogaron en La Habana por impulsar vínculos y continuar el diálogo político provechoso entre ambos países.
Al recibir al jefe de la diplomacia norcoreana en la sede de la Cancillería, Rodríguez Parrilla mostró su agradecimiento por la actual visita de la delegación de Pyonyang a La Habana, muestra del desarrollo de los nexos históricos y de amistad existentes entre las dos naciones.
Aseguró que el satisfactorio estado de las relaciones bilaterales se basa en los tradicionales principios de fraternidad establecidos entre los líderes históricos Fidel Castro Ruz y Kim Il-sung, y que se extienden hacia ambos pueblos, Partidos y Gobiernos.
Durante el encuentro, Rodríguez Parrilla abogó por la paz y la estabilidad en la península de Corea, en alusión a las tensiones por maniobras militares encabezadas allí por Estados Unidos.
El canciller cubano consideró que sólo a través del diálogo y las negociaciones se podrá lograr una solución política duradera.
Rechazó categóricamente las certificaciones y listados unilaterales y arbitrarios en los cuales Washington ha incluido a Corea del Norte, y que sirven de base a la aplicación de medidas coercitivas contrarias al derecho internacional.
El jefe de la diplomacia cubana reiteró el reclamo por el respeto a la soberanía e independencia de los Estados, la libre determinación de los pueblos, el no empleo ni la amenaza del uso de la fuerza, la solución pacífica de controversias, el derecho a establecer modelos propios en lo político, económico, social y cultural, y la no injerencia a los asuntos internos de los países.
Ri Yong Ho dijo sentirse como en casa a pesar de la distancia geográfica entre Cuba y su país, y aseveró que Pyonyang concede gran relevancia a esta visita oficial, iniciada el lunes.
Ambas partes estamos construyendo el Socialismo bajo la presión y el bloqueo cruel de los imperialistas, apuntó el diplomático norcoreano, al tiempo que consideró importante el intercambio de opiniones entre los dos países en busca de la edificación exitosa de ese modelo, pese a las dificultades.
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