El santaclareño Orestes Palmero Ramos se desempeña como agente de Telecomunicaciones desde junio del 2014. Durante todo ese tiempo recibió evaluaciones anuales óptimas y cumplió fielmente el contrato firmado con Etecsa para el desarrollo de esta actividad.
Ahora considera que esa entidad no es recíproca y escribe a Buzón abierto en busca de ayuda. Relata en su misiva que desde el comienzo se pactó una bonificación del 10 % de todas las compras mayoristas que realizaran los agentes.
De momento, sin previo aviso, suspendieron las ventas de tarjetas a este grupo de trabajadores por cuenta propia en todo el país. Incumplieron lo establecido, asegura. En el contrato se aclara que cualquier modificación debe notificarse con 7 días de antelación.
Entonces, a la semana siguiente de esa disposición, establecieron un nuevo contrato, que hace una diferenciación en la bonificación según el historial de las ventas.
Esta medida se traduce en que los agentes que menos beneficio reportaron a Etecsa continúan recibiendo la bonificación del 10 %, mientras los otros obtienen una muy inferior, “como yo, que solo obtengo un 3 %”, explica. Eso equivale a pagar un impuesto del 70 % sobre los ingresos personales, puntualiza
¿En qué ley se dispone un impuesto de tal magnitud? ¿Acaso no vale todo el beneficio prestado a Etecsa y a la población, trabajando honradamente 15 horas diarias, incluyendo sábados y domingos? Orestes estima que quien labora con ética y sacrificio merece progresar y eso no puede molestar al resto. “Sé que la Revolución es justa y vela porque se cumplan las leyes vigentes”, concluye
