Hassan Pérez Casabona⃰
En medio de las avalanchas mediáticas imperiales, especializadas en distorsionar la realidad de lo que sucede en diversas naciones, y en propalar a los cuatro vientos la supuesta superioridad de la sociedad de consumo, resulta vital que se multipliquen esfuerzos y proyectos, que doten a los seres humanos de sólidos argumentos para desmontar dichas estratagemas del gran capital transnacional. No en balde José Martí, Apóstol de la independencia antillana, señaló que “De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace, ganémosla a pensamiento”.
Con esa aspiración en el centro del dial (examinar con rigor teórico disímiles cuestiones y contribuir además a responder la pregunta de, ¿qué hacer para superar un escenario sombrío?) tuvo lugar a lo largo de tres jornadas la Conferencia Internacional El Capitalismo global en las Américas. El foro académico, que sesionó en el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, fue convocado por la Red de Estudios Críticos sobre el Capitalismo Global (Network for Critical Studies of Global Capitalism –NCSGC- por sus siglas en inglés) y la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y Caribeños (ADHILAC).
Uno de los paneles, dentro de la amplia agenda de trabajo prevista, tomó como eje para el debate el tema La presidencia de Trump y el reforzamiento de las concepciones neoliberales, neofascistas y el autoritarismo en las relaciones internacionales. Con la conducción de Marcelo del Castillo-Mussot, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se presentaron en el mismo diferentes ponencias. Alfonso Gonzales, de la Universidad de Riverside, California, disertó sobre: El trumpismo, el autoritarismo neoliberal y las políticas subalternas hacia los latinos.
En su exposición, en referencia a un sistema en crisis, dijo que “Las facciones del gran capital están manejando los aparatos del Estado. Las figuras en las responsabilidades principales en Estados Unidos son agentes de un sector desconectado con la realidad de la mayoría de las personas. Pensemos en Trump, Rex Tillerson y otros muchos. Nunca en la historia de Norteamérica hubo un gabinete repleto de multimillonarios, expresión clara a la vez de la fractura entre la población y aquellos en la cúpula gubernamental”.
En esa misma línea, explicó que “Existe una reconfiguración hacia un Estado más represivo, el cual se aísla de los controles democráticos clásicos para dar cabida a formas macabras. Ello está unido a una creciente suspensión de los derechos civiles, criminalización de la protesta y el libre pensamiento y retrocesos en numerosos áreas. El nuevo modelo desarticuló las acciones implementadas durante las últimas décadas”.
El politólogo chicano, quien manifestó que estar en Cuba en un evento de esta naturaleza era un honor para él, se refirió a la necesidad de pensar en el análisis de Gramsci, a la hora de discernir entre lo coyuntural y lo orgánico. “Hay un capitalismo y un estado-nación en crisis. La migración, más allá de que se presenta siempre responsabilizando a los pobres, es una de las tantas manifestaciones del fracaso de dicho modelo neoliberal”.
“El trumpismo plantea un proyecto ultranacionalista, argumentó, que rechaza todo aquello que no se aviene a la percepción de las élites dominantes, cuya base ideológica se remonta al origen de ese país. Considero, asimismo, que la victoria en las elecciones presidenciales de noviembre del 2016 es también resultado de una reacción, a la forma ineficiente de los demócratas de generar un proyecto coherente para atender las demandas de los movimientos alternativos y trazar un camino de avance. Muchos, entre los que me incluyo, catalogaron como gran error colocar a una figura desgastada de candidata. Hillary Clinton no gozó de autoridad en muchos sectores, incluso era definida como mediocre, lo contrario de un hombre como Bernie Sanders”, precisó.
En otro momento el analista destacó: “Entre el rosario de decisiones nefastas adoptadas por Trump, está el bloqueo migratorio a los ciudadanos de sietes países musulmanes, al igual que expandir las capacides para deportar a inmigrantes. En las últimas semanas se han sumado a esta tarea más de 15 mil nuevos efectivo, dos tercios de ellos vinculados con el departamento de Seguridad Interna”.
“El Fiscal General, por otro lado, expresa sin pudor que van a recolectar información procedente de las redes sociales de todos aquellos que estimen, con el objetivo de utilizarla contra grandes grupos. Estados Unidos puede deportar 40 mil inmigrantes por día en la actualidad. Donald Trump, sin embargo, piensa que ello es insuficiente y afirma que la infraestructura debe permitir sacar del país a 200 mil personas cada 24 horas. En uno de los centros más grandes, en Adelanto, California, las condiciones son infrahumanas. En los meses recientes fallecieron allí seis personas”, añadió.
Ahondando en las maquinaciones de la administración republicana en este ámbito, dijo que: “Están desmontando determinadas regulaciones que beneficiaban a más de 2 millones 500 mil indocumentados. Quieren crear un mecanismo donde es imprescindible hablar inglés para aspirar a entrar a ese país, así como contar con empleos que proporcionen más de 100 mil dólares de ingresos anuales. Es un ejemplo nítido de continuar el robo de cerebros practicado durante décadas, al tiempo que rechazan las solicitudes de los desfavorecidos”, amplió.
“Lo más preocupante es que vienen acendrando una visión donde los blancos son superdotados y todos los demás estamos condenados únicamente a ser proveedores de mano de obra barata para trabajar en los servicios. El ascenso de Trump lo veo también como muestra de las carencias de la izquierda y de la politología tradicional. Solo se le presta atención al estudio de las elecciones y de cuántos salieron a votar. El problema es mucho más complejo. Hay que concentrarse en el examen de las ideas. Tenemos que profundizar en los conceptos y en construir una nueva forma de hacer política. Lo esencial es las ideas que pueden emerger de la sociedad. Vuelvo a Gramsci y la filosofía de la praxis, como estímulo a no cejar en el empeño de un mundo mejor”, concluyó.
⃰Profesor Auxiliar del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana.