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Jorge Luis Canela: Por siempre en nuestro centro

El aroma que sugería su apellido iba bien con su temperamento parsimonioso y sus pausados modales de caballero, y en nada contradecía, antes bien legitimaba, la verticalidad de su carácter, la solidez de sus convicciones y el empeño irrenunciable por llevarlas a vías de hecho en el día a día.

No se piense, sin embargo, en una personalidad almidonada. Jorge Luis Canela Ciurana (Camagüey, 22 de noviembre de 1939-La Habana, 3 de noviembre del 2017), era persona con exquisito sentido del humor, y era dado a cultivarlo con deleite, tanto en las relaciones interpersonales cotidianas, como en el oficio de escribir, de lo cual dan fe zonas poco conocidas de su obra de letras, en sus trabajos periodísticos y también —menos conocidos todavía— en sus textos en versos, preferiblemente en estrofas como la décima.

De modo que el compañero que acabamos de perder físicamente, a causa de dilatadas y penosas dolencias, no era solamente el director de más larga ejecutoria en Trabajadores —de los 47 años con que cuenta el periódico, durante 22 fue su principal dirigente, en dos etapas: 1986-1992 y 1995-2011—, sino el jefe capaz, acucioso y sosegado, cuyo ejemplo de primera fila los subordinados se sentían estimulados a seguir, y a quien podían acudir con la certeza de ser escuchados detenidamente; de quien se podía esperar con igual franqueza tanto el asentimiento como la reprobación —en lógica dependencia de la razón que asistiera a cada cual— y, al mismo tiempo, el amigo diario que recordaba siempre los respectivos cumpleaños y era el primero en felicitar. Incluso, para muchos, fue el hermano entrañable, con quien se podía compartir desde la pasión militante más convencida hasta las preocupaciones familiares y, por qué no, el más reciente chiste de la calle.

Canela se inició en la prensa en 1958, en Radio Cadena Agramonte, en su natal ciudad. Tras el triunfo de Enero de 1959, continuó por siempre entregado a las misiones que de él fue demandando cada momento de nuestra más reciente historia.

El ejercicio del periodismo lo llevó a funciones de dirección dentro del sector. En los años 80 se desempeñó en la responsabilidad principal de la revista El Militante Comunista, de la cual pasó, también como director, al periódico de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).

Su relevo de ese cargo, en 1992, se debió a la solicitud del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido, que lo requirió en esa esfera para puntuales responsabilidades, tras el cumplimiento satisfactorio de las cuales volvió a encabezar el colectivo de Trabajadores en 1995, hasta ser relevado en el 2011 en atención a las dolencias que ya estaban afectando sensiblemente su salud física.

No obstante ello, no optó por el descanso al que era acreedor. Prefirió continuar prestando sus invaluables servicios como periodista, entre ellos el de director de la revista CTC, de periodicidad más llevadera con los padecimientos que lo aquejaban, y allí se mantuvo mientras las fuerzas físicas se lo permitieron. Nunca perdió el vínculo con este semanario, que en el 2015 puso en sus manos el Sello Conmemorativo 45 Aniversario.

Sus familiares y allegados saben —sin necesidad incluso de estas líneas— cuánto quiso a Jorge Luis Canela su colectivo de Trabajadores, y por tanto saben cuánto compartimos con ellos el dolor de su partida física y su permanencia inmarcesible en el centro de nuestros pechos y en el centro de nuestros empeños.

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