Aunque nacionalmente las estadísticas de seguridad y salud en el trabajo entristecen, el optimismo toma cuerpo cuando una entidad —en este caso la Organización Básica Eléctrica de Artemisa (OBE)— puede blasonar de positivos resultados en su esfuerzo por disminuir la accidentalidad laboral.
Ciertamente entre los eléctricos del país recaía en otros tiempos una elevada accidentalidad, pero por razones que van desde no sufrir accidente mortal este año, por la asesoría y capacitación a trabajadores y jefes en esa materia, y por la realización de los chequeos médicos y profilácticos previstos, la OBE artemiseña fue escogida para iniciar la Jornada Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, que se extenderá hasta el 30 de este mes.
Ana Julia Cleger, del Departamento de Asuntos Laborales y Sociales de la CTC, a cargo de la seguridad y salud en el trabajo, informó que en la etapa de recuperación tras el paso del huracán Irma no hubo que lamentar ningún accidente fatal entre los trabajadores eléctricos.
Dijo que entre las tareas más urgentes hoy está la promoción de acciones en cada centro laboral para incrementar el conocimiento sobre las medidas higiénico sanitarias para evitar la ocurrencia y propagación de enfermedades profesionales, y sobre los riesgos laborales a que están expuestos los trabajadores.
En lo que va de año, el país suma 44 fallecimientos por accidentes del trabajo —de ellos 24 en la vía— y se destaca el hecho de que el 47 % de ellos tenían menos de 50 años. Los organismos que más influyen en el incremento de las estadísticas de muertos son los ministerios de la Construcción, Industria, Agricultura, y la Alimentación y la Pesca.
