Por Juan Carlos Olbines
En octubre de 2012, las fuertes rachas del huracán Ike volcaron su furia contra la zona oriental de Cuba. En el mismo centro de esta región en un pueblo llamado San Germán, un árbol de tamarindo lleno de historia luchaba contra la fuerza del viento, pero no pudo más, fue arrancado de raíz, al amanecer casi todo el pueblo pasó por allí a darle el último adiós a aquel que todos queríamos como a un familiar cercano y entre tantos había un hombre que, por su cara aquello parecía más que a nadie, su nombre Rafael Millán Méndez, era el presidente de la Peña Deportiva “El Tamarindo”, en su mente comenzaron a vivir los recuerdos…
… era el 19 de noviembre de 1998, a la sombra del frondoso Tamarindo un grupo de apasionados al deporte se reúnen y en un acalorado debate sobre béisbol se le ocurre fundar una Peña Deportiva, primera de su tipo en el municipio que llevaría por nombre ”El Tamarindo” y como director, por unanimidad lo nombraron a él, se adopta como acuerdo además que los miembros se reunirían dos viernes al mes a las 8 de la noche, debajo de aquel tamarindo donde se planificarían las actividades a desarrollar en el mes.
El golpe de la sierra al cortar una rama lo vuelve a la realidad y puede ver lágrima s en los ojos del hombre que está a su lado. Sin querer vuelve a sus recuerdos de hace 20 años.
… recuerda los eventos de softbol que realizaron y que tanto prendieron en el pueblo reuniendo a cientos de jugadores de diferentes edades en 8 equipos de distintos consejos populares, por lo que la peña deportiva se ganó respeto y admiración de todos por la seriedad y calidad con que se repetían estos torneos año tras año, poco a poco se fueron incluyendo otras peñas de la provincia. Recuerda el eslogan que se aprobó para representarla “Promotores de la masividad” que se incluyó en la bandera que se bordó para representarla y en la estaba presente El Tamarindo.
Desde ese primer año guardó con recelo las memorias de las actividades realizadas, los nombres de los integrantes y los aportes de cada uno, al finalizar cada año natural realizaban la plenaria anual con todos su miembros, atletas en activo o retirados del territorio, funcionarios del PCC y del INDER, realizando un balance del año así como la proyección futura. Recuerda las actividades festivas en la que concluían las plenarias, las que eran financiadas con los aporte de todos los miembros y donde se estimulaban a los atletas y peñistas más destacados. Cuántas competencias animaron y cuántas comisiones de embullo, le parece aún estar escuchando la algarabía de la conga o el escándalo en la guagua cuando se trasladaban de provincia el provincia, de municipio a municipio en temporada beisbolera, nunca faltó el aliento de los integrante s de la peña cuando jugaban los cachorros holguineros en el Calixto García, que alegría para todos aquel día que Holguín se coronó campeón de la Serie Nacional.
De forma rápida y vertiginosa la peña escaló peldaños en la emulación municipal, provincial y nacional llegando a ser merecedora de la condición de VANGUARDIA NACIONAL por siete años consecutivos
El estruendo de otra rama al caer lo saca de sus recuerdos, mira a su alrededor y el silencio es absoluto solo se escucha la sierra, y vuelve a recordar
…a partir de que se fundó esta peña deportiva muchos aficionados en el territorio motivados por los resultados de esta fundan 4 peñas mas en acto inolvidable con la presencia de Roberto pacheco Martínez, presidente nacional de este movimiento, se día, recuerda, se realizó un improvisado “Deportivamente” debajo de El Tamarindo rodeado de todo un pueblo.
Recuerda los hermanamientos con otras peñas deportivas de la provincia y otros territorios, cuántos reconocimientos, aquellos campeonatos de béisbol, simultaneas de ajedrez, torneos de dominó, planes de la calle, programas a jugar, olimpiadas entre peñas, atención a familiares de atletas. Recuerda cuántas veces se reunieron para dar mantenimiento y reparación de instalaciones deportivas, para dar apoyo a atletas en competencia, piensa y se le eriza la piel.
Ya terminan de cortar todas las ramas del gran Tamarindo, solo queda el grueso tallo, antes de que lo corten en pedazos muchos se acercan a él y lo tocan para darle el último adiós a aquel que nos dio tantas alegrías, a aquel que fue cómplice callado de tantos encuentros y desencuentros. Lo cortan en grandes trozos y lo cargan a un camión, allí queda Rafael Millán Méndez presidente de la Peña deportiva “El Tamarindo” que no cambiará de nombre por los caprichos de la naturaleza, allí queda planificando, como siempre, acciones para plantar un pequeño Tamarindo que llegue a ser tan grande como su Peña lo ha sido…