El primero que no justificó su resultado en el 47 campeonato mundial de gimnasia artística fue él, a pesar de que las cámaras lo seguían, los autógrafos no paraban y los especialistas lo daban como favorito a las medallas. Manrique Larduet no pudo repetir sus preseas de hace dos años (plata en el all around y bronce en barra fija), por más que se clasificara a tres finales y luchara contra la calidad de sus rivales y el temible arbitraje.
Quinto lugar entre los máximos acumuladores (86.031), cuarto este domingo en barras paralelas (15.166) y séptimo en manos libres (14.100) fueron los resultados del santiaguero, quien desde los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro no se medía con los mejores del planeta, aunque más de una invitación le llegara para eso.
En 14 salidas a los aparatos en Montreal, Larduet no sufrió ninguna caída, los grados de dificultad de sus selecciones eran iguales o superiores a las de muchos monarcas y exhibió la concentración y la calma como armas fundamentales. Pero las veleidades del arbitraje —comentadas en muchos sitios especializados—pasaron factura con un rigor exagerado para quien había sido subcampeón del mundo en Glasgow 2015.
Su entrenador, Carlos Rafael Gil, expresó en exclusiva, vía Internet, sentirse complacido por el valor y la calidad de sus muchachos —Randy Lerux fue séptimo en la final de la barra fija este domingo (13.100)—, pues el mundial tuvo un altísimo nivel, al que nosotros alcanzamos pese a no haber tenido ningún fogueo internacional para este certamen.
La medalla que tanto le duele hoy a Manrique, a su entrenador y a todos los que seguimos este deporte se perdió por olvidar en estos últimos meses a la figura que más alto nos ha llevado en el concierto universal. El impulso concreto para los Juegos Centroamericanos y del Caribe y la cita continental del 2019 se llama competencia y respeto al talento de un deportista que puede ser el primer medallista olímpico de la gimnasia cubana.
No pocas veces un quinto puesto mundial no se valora con toda la fuerza en nuestro movimiento deportivo. Esta nueva generación de gimnastas, liderada por Manrique y Randy, puede dar más podios y alegrías si se les presta la atención debida, como no ocurrió este 2017.
En el caso de la representación femenina en el mundial, Yesenia Ferrera y Marcia Vidiaux no lograron entrar en las finales previstas y se despidieron de la cita del orbe tempranamente. Tampoco ellas habían sido vistas por los jueces en un deporte de pura apreciación y no pocas marañas.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.