Cargando...El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros presidió el acto nacional por el aniversario 50 de la caída del Che en Bolivia y el 20 de su regreso a la Patria, efectuado en el Complejo Escultórico que lleva el nombre del Guerrillero Heroico en Santa Clara.
Minutos antes de iniciarse el acto Raúl, junto a José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; Miguel Díaz-Canel Bermúdez ,primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Julio Ramiro Lima Corzo, primer secretario del Partido en el territorio y otros dirigentes de la Revolución, rindieron tributo al comandante Guevara en el Memorial donde reposan sus restos y los de sus compañeros de guerrilla.
El General de Ejército, visiblemente emocionado, colocó una flor en el nicho del Che, ceremonia íntima y sentida que se realiza diariamente en la institución.
Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al expresar las palabras centrales precisó que se le rendía tributo a una de las gestas internacionalistas de mayor significación en el mundo y que la epopeya de once meses vivida en plena selva boliviana por la guerrilla adquirió trascendencia universal. Asimismo caracterizó al Che como excepcional revolucionario y especial hombre que tenía una original manera de enfrentar la vida, quien vio siempre en la unidad el arma para construir el futuro, quien se involucró en nuestra historia y con su obra amplió la patria americana, porque fue inspiración para construir un mundo mejor.
El dirigente recordó los días conmovedores del regreso a la Patria hace 20 años tras el hallazgo e identificación de sus restos y enfatizó en la certera indicación de Fidel cuando expresó: “No venimos a despedir al Che y sus heroicos compañeros, venimos a recibirlos”.
Recordó que este era el primer homenaje al Che sin la presencia física de Fidel y acentuó: “Fidel y Che estarán siempre presentes porque al compartir sus ideas y el conocimiento profundo sobre las penas del mundo, ambos emergen como sólidos e inquebrantables ejemplos por la justicia social y el Socialismo.
El acto, que dio inicio con la guardia de honor que realizó el tributo público con la colocación, junto a la estatua del guerrillero, de una ofrenda de flores rojas y blancas en forma de estrella, custodiada por pioneros y jóvenes de las distintas enseñanzas. Con este simbólico gesto de continuidad histórica se recordó la figura del Comandante en Jefe Fidel Castro y su llamado a ser como el Che: “un hombre sin una sola mancha… un modelo de hombre”.
De esta manera el compromiso de la joven generación marcó el acontecimiento. Lo inició la tradicional ceremonia de entrega de atributos a los niños de primer grado que inician su vida en la organización pioneril . Asimismo la voz de Leyanis Águila, estudiante de la secundaria básica Fe del Valle, se sintió fuerte al expresar el orgullo de ser cubana y de vivir en una ciudad que custodia los restos del Che y sus compañeros de lucha. De igual manera Sara Mari Vega, alumna de Preuniversitario Osvaldo Herrera, enfatizó en el Che vivo y presente que admiran los jóvenes. “Al Che, primero lo hicimos cubano y luego los villaclarenos nos apropiado de él, simboliza inspiración, retos y compromisos. Este pueblo abraza y protege su legado”, afirmó.
Estuvieron presentes en el acto más de 50 mil villaclareños en representación del pueblo de Cuba, también combatientes de las diversas gestas en especial integrantes de la Columna 8 Ciro Redondo y la Columna 2 Antonio Maceo, así como miembros de la guerrilla en el Congo, familiares del Che y de otros luchadores caídos en Bolivia.
Artistas villaclarenos expusieron con su arte un emotivo homenaje de respeto y admiración a los guerrilleros en los que sobresalió la Compañía Danza del Alma, la Sinfónica Provincial, la Banda de Conciertos, estudiantes de las escuelas de artes de la provincia, varios vocalistas y las canturías infantiles quienes interpretaron temas dedicados al Guerrillero Heroico.
