Icono del sitio Trabajadores

Materiales de la construcción en Villa Clara: Más que cemento, ladrillo y arena

El molino de piedra El Purio, afectado tecnológicamente, en una semana se recuperó para reiniciar
la procucción. Foto: De la autora

“Después del huracán Irma hay que cantar la muy conocida canción de José Antonio Méndez, que tiene por estribillo: cemento, ladrillo y arena… La Industria de Materiales de la Construcción de Villa Clara se tiene que vestir de largo”, expresaron en broma y con el optimismo de los cubanos, varios trabajadores de las entidades que integran esta empresa en el territorio.

Lo hacían también conscientes de la responsabilidad que asumen, pues en la provincia se afectaron alrededor de 52 mil viviendas, que representan el 25 % de su fondo habitacional. “Este es un número para respetar, y por eso nuestros colectivos laborales tienen que redoblar los esfuerzos, ese es el compromiso”, dijo David Quintana Martínez, secretario general del buró sindical extraterritorial de dicha industria.

“Luego de Irma, varios centros ya fueron declarados Colectivos Recuperados, con lo cual se reconoce la energía desplegada para iniciar en el más breve tiempo las labores productivas. En ese esfuerzo se destacan las canteras El Purio y Armando Mestre, así como el combinado de hormigón Rolando Morales. Poco a poco se irán incorporando otros, porque las afectaciones fueron severas en los techos y también tecnológicas”, precisó el dirigente sindical.

El Purio y Palenque

Soldadores, mecánicos y paileros se convirtieron en magos del metal para conformar y ensamblar los dos transformadores averiados en su casi totalidad en la cantera El Purio, en Encrucijada.

Allí bastaron solo siete días —lo que pudiera considerarse como una proeza laboral— para con el apoyo de los obreros de la planta Andrés González Lines, de La Habana, poner de alta la fábrica y comenzar a fabricar los diferentes renglones de áridos, los cuales se dan en los puntos de venta a los damnificados, y también se destinan a recuperar centros vitales, en particular escuelas.

Según dijo Jorge Marrero, director comercial, esta entrega empezó por los municipios de Caibarién, Sagua la Grande, Remedios, Corralillo y Quemado de Güines, mientras que en Encrucijada se distribuye directamente desde las canteras del municipio. “Se trata, en particular, de bloques, piedra y áridos”.

La cantera Raúl Cepero Bonilla, conocida como Palenque, y ubicada en Camajuaní, quedó sin techo ni conexiones eléctricas y fue arrasada su nave de construcción de bloques. Aunque resultó el último centro en integrarse a la producción por falta de fluido eléctrico, ya está en plena faena.

Estos son solo dos ejemplos del coraje de estos trabajadores, quienes han doblado turnos para producir bloques, áridos y elementos de pisos en mayor cantidad que la habitual ante la altísima demanda de los recursos, y sin descuidar el compromiso contraído con las grandes inversiones del país.

“Por suerte, la industria tiene capacidad productiva y puede aumentar su producción planificada para responder paulatinamente a las problemáticas. Además, y lo que es muy importante, contamos con la disposición del personal’’, explicó el ingeniero Bárbaro Herrero Barreto, director general.

Se une prefabricado y la producción local

En la unidad empresarial de base número tres de prefabricado, perteneciente a la Empresa de Construcción y Montaje de Villa Clara, tampoco pueden subvalorarse los daños, aunque fueron menores.

Una de sus plantas, la dedicada a la fabricación de traviesas, reinició su producción, al igual que la conformadora de cubiertas spirol y las dos encargadas de los módulos de gran panel. También ya labora la planta de Sagua la Grande que da vida a piezas del modelo Sandino.

Asimismo, en el territorio se potencian las producciones de materiales de la construcción de forma local, como tejas, ladrillos y ventanas de aluminio, entre otros renglones.

Compartir...
Salir de la versión móvil