“Tenemos un Consejo Popular con muchas perspectivas y ganas de luchar que nacen, sobre todo, del espíritu que irradia el Che, ya no solo desde el combate del que fuimos escenario, sino también por las hazañas que hizo en otras tierras del mundo que nos hacen, en primer lugar patriotas, y también llevar en el corazón el espíritu internacionalista, porque somos soldados cubanos dispuestos a luchar aquí y donde el deber lo reclame, máxime ahora, cuando conmemoramos el aniversario 50 de su caída en Bolivia.”
Eusebio Alberto Enrique Oramas, presidente del Consejo Popular 4, La Georgina, en el sureño municipio tunero de Colombia, lo afirma sin ambages y lo hace en los predios del chalet del asentamiento de Tana, lugar donde el Che tuvo su primer combate en el llano comandando la Columna 8, Ciro Redondo, en su marcha triunfal hacia el occidente de Cuba.
El también experimentado delegado del Poder Popular en San José, con más de 40 años en estos quehaceres, le apasiona el tema, se le nota en el rostro y en cada gesto y explicación.
Y vuelve a hablar de Tana: “Sin subestimar a las demás, Tana tiene un significado especial, por ese hecho que nos recuerda la presencia del Guerrillero Heroico y sus aguerridos combatientes, y las muertes del capitán Marcos Borrero Fonseca y de Dalcio Gutiérrez”, enfatiza.
“Después de ese combate, que es fuente de motivación”, lo reitera y remarca: “Y del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, aquí todo ha venido cambiando, con el esfuerzo de sus pobladores y el apoyo de las direcciones del Partido y el Gobierno, de la provincia y del municipio”.
Y de sus palabras dan fe la sala de historia, la biblioteca, y el sillón de estomatología, todos ubicados en el chalet que sirvió de parapeto a los soldados del ejército de Batista.
Más allá de ese entorno natural se levanta una farmacia, un consultorio del Médico de la Familia, un mercadito que atiende a las personas de la tercera edad, un círculo social, un edificio multifamiliar ya terminado y otro en el que se trabaja, y un acueducto, que “son muestras de la transformación experimentada”, sostiene.
Eusebio comenta entusiasmado el papel de los promotores culturales y activistas del deporte, y la escuela Antonio Luaces Iraola que se ha convertido en el centro cultural más importante de la comunidad con resultados muy buenos y con una educación a los niños que “da gusto oírlos como se expresan”, agrega
Completan las obras de mejoramiento del nivel de vida de los más de 600 habitantes una tienda, un quiosco de la gastronomía y un camión que entra varias veces a la semana.
No obstante, “todavía quedan muchas cosas por hacer, pero ahí está presente el simbolismo del Che, su ejemplo, para continuar laborando en beneficio colectivo”, lo afirma Eusebio y reseña las expectativa de los vecinos y esperanzas de los vecinos: “Nosotros aspiramos a que un día podamos rescatar la casita de Asturias, donde fue atendido de las heridas Dalcio Gutiérrez y mejorar este chalet, darle todas las condiciones, porque tiene una importancia histórica extraordinaria, y yo pienso que es nuestro Moncada, nuestra granjita Siboney”, simboliza.
