“Nuestras bajas han sido muy grandes esta vez; la pérdida más sensible es la de Coco. Pero Miguel y Julio eran magníficos luchadores y el valor humano de los tres es imponderable”.
Así sintetizó el Che el saldo de la emboscada de la quebrada del Batán, cerca de La Higuera, donde cayeron el cubano Manuel Hernández Osorio (Miguel) y los bolivianos Roberto Peredo Leigue (Coco) y Mario Gutiérrez Ardaya (Julio). Era el 26 de septiembre de 1967.
Miguel: siempre en la vanguardia
Había nacido en la finca El Diamante, del barrio de Santa Rita, en Jiguaní, actual provincia de Granma, el 17 de marzo de 1931.
Muestra de su gran capacidad física, que le resultó de gran utilidad en la guerrilla, fue que sin haber sido nunca machetero, en la colonia Andreíta del antiguo central San Germán, pronto se convirtió en uno de los cortadores más largos, y en las minas de Charco Redondo, carretillaba dos turnos seguidos mientras otros trabajadores se agotaban en uno solo.
Fue uno de los fundadores del Movimiento 26 de Julio en Charco Redondo y tras un prolongado peregrinar en busca de la guerrilla comandada por Fidel, se topó con el grupo de Lalo Sardiñas, y se hizo integrante del Ejército Rebelde.
Comenzó entonces otra historia para el Isleño, como muchos lo conocían. En combate mereció los grados de teniente, después fue escogido por el Che para acompañarlo durante la invasión en la columna 8 Ciro Redondo y en los llanos de Camagüey recibió el ascenso a capitán y el nombramiento de jefe de la punta de vanguardia. Luego de la victoria ocupó diversas responsabilidades.
Integró las filas del Ministerio del Interior y al culminar la Escuela Básica Superior de Guerra obtuvo los grados de primer capitán. En noviembre de 1966 ingresó en la guerrilla boliviana donde adoptó el seudónimo de Miguel y asumió la jefatura de la vanguardia.
Fue el componente del destacamento más mencionado por el Che en su diario (más de un centenar de veces). Se destacó por su coraje, firmeza de carácter y su fortaleza física. Fue al decir del Che un gran combatiente y un espíritu ejemplar.
Coco: despuntaba como cuadro revolucionario y militar
Era muy joven cuando Roberto Peredo Leigue abrazó las ideas marxistas. Oriundo de Cochabamba, nació el 23 de mayo de 1938, aunque muy pequeño fue a vivir a la ciudad de Trinidad, perteneciente al departamento de El Beni.
Allí, siendo todavía un adolescente participó en la fundación del Partido Comunista Boliviano, y al trasladarse su familia a la capital del país, junto con su hermano Inti, contribuyó a la creación de la juventud comunista. Con solo 16 años padeció los rigores de la prisión.
Tenía un carácter muy alegre y un especial carisma. Con dos de sus hermanos y su compañera de toda la vida, integró un cuarteto llamado Estrella Roja que amenizaba las fiestas del Partido y los trabajadores, y actuaban en una emisora obrera. Pese a su apariencia delgada y de estatura mediana trabajó duro en las minas de oro de Tipuani, transportó ganado por las corrientes fluviales del país y hasta cazó caimanes en el río Mamoré.
Intervino en los actos de solidaridad con Cuba durante el ataque a Playa Girón y la Crisis de Octubre. Emprendió la difícil misión de apoyar los movimientos guerrilleros de Perú y Argentina, y más tarde se incorporó al proyecto continental de lucha del Che, desde los inicios, colaborando en la creación de condiciones, en la compra de la finca de Ñacahuasu, el avituallamiento de la guerrilla, y el traslado de sus integrantes, hasta convertirse en un destacado combatiente del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia como parte de su vanguardia.
Julio: dirigente estudiantil, sindicalista, médico y guerrillero
“Aquí todos están en pie de lucha. En pie de defensa. Todo el pueblo está preparado para recibir a los invasores (…). Pertenezco a una unidad antiaérea y soy comisario político e instructor revolucionario de mi compañía”, escribió a su padre Mario Gutiérrez Ardaya, desde Cuba, cuando la Crisis de Octubre.
El joven boliviano era oriundo del pueblo de Sajochere, a unos 20 kilómetros de la ciudad de Trinidad, en el departamento de El Beni.
En su país había sido dirigente estudiantil mientras cursaba la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Mayor de San Andrés, y fue representante de las federaciones estudiantiles de El Beni y Pando ante la Confederación Universitaria Boliviana.
Posteriormente fue delegado permanente de esta ante la Central Obrera Boliviana. Abandonó la casa de altos estudios por dificultades económicas y consiguió empleo en la administración regional de la Caja Nacional de Seguridad Social, se destacó desde la base por sus luchas sindicales y llegó a integrar el comité ejecutivo de la Federación Nacional de Trabajadores de esa rama.
En Cuba reinició sus estudios universitarios hasta graduarse de médico. Se incorporó a la guerrilla boliviana con el seudónimo de Julio y formó parte de la vanguardia. Además de cumplir con todas las misiones de la guerrilla, brindó sus conocimientos de medicina, incluso a los prisioneros heridos. Al evaluarlo, Che lo consideró de espíritu muy elevado y otro de los hombres ejemplos de la guerrilla