Texto y fotos: Ángel Chimeno Pérez
Los sindicatos en Las Tunas organizan y lideran la participación de sus afiliados en las arduas tareas de recuperación de los daños ocasionados por el poderoso huracán Irma en su tránsito por el litoral norte de este territorio del oriente cubano.
Aunque no fue directo el embate, sus fuertes ráfagas afectaron seriamente los sistemas eléctrico y de comunicaciones; extensas áreas plantadas de cultivos varios y de caña; viviendas; escuelas; balnearios, incluidos su único polo para el turismo internacional; estructuras de inmuebles socioadministrativos; vaquerías y otras instalaciones.
Pero en todos los casos, tan pronto y como amainaron las condiciones climáticas, con la fuerza de la unidad el pueblo y los trabajadores guiados por el Partido, el Gobierno y las organizaciones sociales y de masas emprendieron la recuperación.
Tres dirigentes sindicales hablan del protagonismo de sus colectivos en la batalla por la restauración de los daños sufridos.
AZUCARERO
“Cuando supimos del llamamiento de Raúl, que enfatiza en la participación de la CTC y sus sindicatos, nos dimos a la tarea de socializarlo entre todos nuestros afiliados y el respaldo fue unánime”, dice Edennys Silva Silva, miembro del Buró Provincial de Sindicato Azucarero, y refiere parte de los esfuerzos que realizan los trabajadores.
“Las afectaciones más serias se reportan en las áreas cañeras de los municipios de Manatí y Puerto Padre, muy próximos a la costa norte, por donde fueron mayores las fuerzas de los vientos”, comenta.
Edennys enfatiza que esos campos son importantes suministradores de materias primas para dos de los centrales más eficientes del territorio: el “Antonio Guiteras” y el “Majibacoa”, de ahí el interés por poner en orden, lo más rápido posible, esas plantaciones.
Cuenta que en la zona de Puerto Padre los vientos afectaron unas tres mil hectáreas de caña y en Manatí la cifra ascendió a dos mil hectáreas, “nuestros colectivos están laborando para salvar la mayor cantidad posible, con el desagüe de los campos anegados y con otras atenciones culturales. También se adoptan medidas para acelerar las siembras planificadas, en aras de compensar en lo posible las pérdidas”.
Enfatiza en las acciones de capacitación que por estos días realizan, en esas unidades empresariales de base, especialistas de la GESA (Grupo de Extensión de Servicio Agrícola), a los encargados de brindarles atención a las plantaciones con problemas y a quienes asumen la siembra, ahora en condiciones extremas.
Dice que los trabajos incluyen la reparación de las cubiertas de los ingenios, de la fábrica de tablero de bagazo de caña Máximo Gómez, en el municipio de Jesús Menéndez, y la planta de derivados del “Antonio Guiteras” y en la higienización de los centros y sus entornos.
COMERCIO, GASTRONONÍA Y SERVICIOS
“La respuesta de nuestros afiliados ha sido la acostumbrada en situaciones como esta”, confirma Natalia Ferguson Leyva, secretaria del Buró Provincial del Sindicato de los Trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios.
“Durante el ciclón fuerzas de este sector marcharon a los centros de evacuación asignados para atender a los albergados, y lo hicieron con organización y disciplina”, recuerda.
Explica que 59 unidades del ramo sufrieron algún tipo de daño, y destaca el derrumbe total de los ranchones de las playas La Boca, Los Pinos y La Herradura, porque “los demás fueron daños parciales en cubierta de bodegas y de otros centros, pero ya se trabaja en la restauración de manera ordenada”.
Natalia pondera la disposición demostrada en la apertura de puntos de venta, a precios módicos, de comidas para llevar a los hogares que lo necesitaran por la falta de fluido eléctrico, recurso utilizado por muchas familias en la provincia para la cocción de los alimentos; “tarea que también asumieron muchas unidades a instancia de los consejos de defensa en la provincia y los municipios.
“De igual forma, comenta, no se perdió ni un minuto en la limpieza e higienización de los centros, en la preparación de las condiciones para prestar un mejor servicio al pueblo, esa ha sido una exigencia de las direcciones sindicales y administrativas en todos los lugares.
“Ya reina la normalidad en los centros de elaboración, los restaurantes, las bodegas, cafeterías y está asegurada la distribución y venta de la canasta básica, los cárnicos, la leche y el pan”, remarca Natalia.
CIVILES DE LA DEFENSA
Daniel Oliva Santana, miembro del Buró Provincial del Sindicato de los Trabajadores Civiles de la Defensa, confirma que sus afiliados dieron respuesta inmediata al llamamiento de Raúl, y al calor de la convocatoria se constituyeron brigadas para apoyar el saneamiento de los centros laborales y de la ciudad y sus barrios.
También priorizaron el reordenamiento de las tiendas y puntos de venta, pertenecientes al sector, para reiniciar con rapidez las prestaciones a la población, tan necesarias después del meteoro.
Remarca que las principales afectaciones están en la parte agrícola, destinadas al autoconsumo, fundamentalmente en las plantaciones de plátano de las dos granjas agropecuarias.
“Pero ya hay una brigada que está trabajando en la Agropecuaria de las FAR, en el municipio de Puerto Padre, recolectando los frutos que se puedan aprovechar y dándoles tratamiento cultural a estas plantaciones para asegurar su fomento.
EPÍLOGO
En Las Tunas andan junto las administraciones y los sindicatos para devolverles la normalidad a todos los servicios y recomponer, en el más breve tiempo posible, los desaliños que dejó el huracán Irma, En esa intención la unidad garantiza la victoria.
