Maribel Vázquez Lozano*
Si la empresa estatal constituye el eslabón fundamental de la economía, de ahí la importancia de lograr su eficiencia en comparación con otras formas de propiedad, los dirigentes sindicales que integran el sistema empresarial del Ministerio de Educación (MINED) deben prestarle esmerada atención, teniendo en cuenta que es sostén y base de la escuela cubana.
El MINED cuenta con 19 empresas, de las cuales 13 están subordinadas al grupo empresarial de este organismo y el resto pertenecen a los consejos de la administración de los territorios. Todas están acogidas al sistema de pago por resultados y a destajo.
Al cierre de cada período, los análisis señalan que no hay deterioro en los indicadores económicos. Por ejemplo, hasta el mes de abril las ventas netas se comportaron al 119 %, la productividad del trabajo al 120 %, el valor agregado bruto al 118 %, y el salario medio mensual al 111 por ciento. Sin embargo, el gasto de salario por el valor agregado bruto (GS x VAB) cerró al 92 por ciento.
Esto evidencia que aún hay reservas; es decir crece la productividad del trabajo y los resultados no se reflejan en lo que cada cual devenga. Por ello resulta imprescindible efectuar análisis profundos, de manera particular en las asambleas de afiliados, con el propósito de comprometer a los trabajadores con el cumplimiento de los planes previstos, siempre y cuando las condiciones lo permitan.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte (SNTECD) presta especial atención al comportamiento de los principales indicadores económicos, de ahí que diseñó e implementó un sistema de trabajo, el cual permite dar seguimiento a las empresas que al cierre de cada período concluyen con pérdidas.
Este consiste en la participación de los dirigentes sindicales —en todos los niveles—, además de las asambleas de afiliados, en los consejos económicos y de dirección, así como sostener intercambios con los trabajadores en las diferentes áreas de producción y servicios para conocer las principales preocupaciones y el nivel de satisfacción, a partir de la implementación de la Resolución 6/2016 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social sobre las formas y los sistemas de pago y el impacto en el salario.
Nuestros dirigentes en la base deben ser exigentes en cada colectivo para cumplir lo regulado en relación con la forma de pago por rendimiento. Resulta esencial efectuar un estudio profundo de la organización del trabajo que nos permita con objetividad hacer un uso racional de la fuerza laboral.
De igual manera, debemos velar por el cumplimiento del principio de distribución socialista, es decir, que los resultados del trabajo se reflejen en el salario, algo que no se logra en su totalidad.
Hoy es un imperativo incidir en el perfeccionamiento de los reglamentos de los sistemas de pago. En el proceso político —que se efectúa cada año— de presentación e información del plan y el presupuesto no siempre estos se discuten con los trabajadores, asunto que el sindicato debe seguir muy de cerca.
*Miembro del Secretariado Nacional del SNTECD