El déficit de agua en relación con las capacidades de almacenamiento de las 242 presas de Cuba, puede erradicarse con eventos de gran envergadura como ciclones de pocos vientos y mucha lluvia, declaró a Trabajadores, Rigoberto Morales Palacios, director nacional del Grupo Empresarial de Aprovechamiento Hidráulico.
Dijo que Ciego de Ávila fue la primera provincia que se puso en tensión por la crisis hídrica y continúa siendo la más afectada, seguida por Sancti Spíritus, Camagüey y Villa Clara. En estos cuatro territorios el agua acumulada en los embalses ha estado en niveles muy bajos, en el orden de entre el 10 y el 25 %.
¿Qué acciones se realizan para enfrentar la sequía?
“Además de las estrategias adoptadas por el Ministerio de la Agricultura, el grupo AzCuba y otros organismos grandes consumidores de agua, aplicamos medidas hacia lo interno de nuestras unidades del sector hidráulico, pues balanceamos cada año unos mil 700 millones de metros cúbicos para el abasto a la población.
“Emprendimos un programa de mantenimiento a compuertas, válvulas, diques de protección contra intrusión salina e inundaciones; a la vez que visitamos a todos los usuario para determinar con exactitud el líquido autorizado a gastar.
“Hemos establecido restricciones como cierre de las fuentes de distribución del líquido donde los acuíferos están agotados y compromete la entrega a la población, los animales y la producción de alimentos como principales prioridades.
“Donde primero activamos la alarma fue en Ciego de Ávila, que no tiene mucha capacidad de embalse, pero en aguas subterráneas es muy fuerte. Allí el nivel trascendió los límites críticos y algunos acuíferos se dejaron de explotar porque llegaron a las reservas y corren el riesgo de que se salinice el agua, y se pierdan para siempre.
“En la capital avileña hubo que hacer reubicación de fuentes, o sea buscar más agua al sur y dejar de explotar sectores hidrogeológicos al norte, lo que fue posible porque existe un riguroso monitoreo de las reservas de los acuíferos”.
Lluvias recientes mejoran tierras avileñas
“Esas precipitaciones alivian la sequía agrícola y benefician los cultivos en alguna medida, pero no recargan las cuencas subterráneas, algo que está ocurriendo en todo el país. Uno ve los campos verdes aunque está lloviendo por debajo de la media de precipitaciones. Hay que tener en cuenta que enfrentamos una sequía de hace unos tres años.
“Con la lluvia media del país, que es de mil 335 milímetros anuales, un grupo importante de embalses no se enteran, además como están sometidos a un régimen de explotación, la situación es más comprometida. Nuestras aspiraciones están centradas en los meses que quedan del período húmedo”.
Morales Palacio respondió las preguntas de Trabajadores al término de una ceremonia para conferirles la bandera de Vanguardia Nacional a los trabajadores de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de Ciego de Ávila.