“Había que ajustar las clavijas”, dijo en buen cubano Ernesto García Ramos, secretario de la sección sindical de arrendadores de viviendas en Santa Clara, al referirse a las medidas tomadas para reordenar el trabajo no estatal.
En especial expresó que las mismas están dándose a conocer y siendo analizadas en las asambleas sindicales de base. “Existen un apoyo mayoritario a ellas. Los afiliados reconocen que ordenar el trabajo no estatal es una necesidad, pues un buen fin se estaba convirtiendo en un problema. No puede permitirse la subdeclaración ni el desvío de recursos, y aunque muchos piensan que fueron tomadas a destiempo es bueno recordar que en Cuba el trabajo no estatal es una experiencia nueva, que además se gesta en una sociedad socialista”, precisó.
“No obstante algunos asuntos antes de determinarse pueden ser valorados de forma conjunta, como por ejemplo la suspensión de manera abrupta de contratos con organismos, en especial con Etecsa, pero sin dudas las medidas eran una necesidad”, concluyó.
