Ver, motivarse y generalizar lo vivido es la mejor forma de demostrar que las rutinas productivas perfeccionan su estilo con un modelo de atención integral al trabajador, en la unidad empresarial de base de ingeniería y proyectos de la provincia de Ciego de Ávila, perteneciente a la Empresa Nacional de Proyectos Agropecuarios (ENPA).
Detallista es el colectivo de dicha unidad, único Vanguardia Nacional de su tipo en el país, dedicado al diseño de los programas de desarrollo del Ministerio de la Agricultura y la prestación de servicios a otros organismos, principalmente a Educación y Salud.
Y es que por esa pasión de tener al recurso humano en el centro de atención de la gestión empresarial, José Porben Salazar no renuncia a la convivencia en su segunda casa. “Hace años me jubilé, pero vengo todos los días a ayudar a mis compañeros”, afirma quien representara a la ENPA avileña en levantamientos topográficos, ordenamiento forestal, inversiones para el turismo y grandes fábricas.
El punto de partida
El ingeniero Raicet Pérez González, secretario general de la sección sindical, considera que el punto de partida del sistema de mejora continua fue el haber conquistado en el 2013 la condición de primer centro protegido del sector agropecuario cubano, lo cual sirvió de patrón para que generalizaran su experiencia entidades homólogas de varias provincias.
“Por ejemplo, impecable es la higiene en los baños sanitarios que disponen de jabón, pasta dental y un paño para secarse las manos. Resulta ilógico que contemos en el centro con los servicios de estomatología y luego el personal no se asee después de ingerir los alimentos en el comedor que ostenta la categoría de modelo”, destaca el sindicalista.
Refuerza ese criterio Yaquelín Zayas Soto, auxiliar general de servicios: “Cuento para realizar mi trabajo con bata sanitaria, guantes, botas de goma, detergente, escoba, trapeador, desincrustante, ambientador…”.
Tales condiciones laborales forman parte de un grupo de iniciativas que cuenta con tres fortalezas, según la opinión del ingeniero Leonides Morales Sola, director de la UEB. “Que cada quien pueda desarrollarse profesionalmente, disponga de un salario digno que supera aquí los mil 600 pesos y conviva como en familia en un ambiente laboral sano”, subraya.
Argumenta que ejercen la cultura del detalle y ejemplifica: “Cambiamos hábitos alimenticios al sustituir los refrescos por jugos naturales que son más saludables, garantizamos el módulo de vestuario para la presencia del personal, nos ocupamos de que cada puesto de trabajo esté limpio y organizado, entre otras tareas”.
Así crece el nivel de motivación. “Una de las cuestiones que más agradezco es la formación de valores como la responsabilidad, la puntualidad en nuestra labor cotidiana y la superación permanente; declara Samanta Rodríguez de Armas, graduada de ciencias agropecuarias, quien llegó a la unidad para el proceso de adiestramiento y se quedó.
“Tenemos todos los medios para trabajar y superarnos profesionalmente”, opina Eduardo Rodríguez Companioni, especialista en inversiones. “La atención al trabajador siempre ha estado en el centro de las ocupaciones de las direcciones administrativa, sindical, juvenil y partidista del centro”, subraya José Porben.
Fortalezas, seguridad y confianza
El cumplimiento de las normas de calidad, protección del medio ambiente y seguridad y salud en el trabajo, conforman un sistema integrado de gestión que cuenta con el certificado otorgado por los organismos rectores de esas actividades.
Estas fortalezas le ofrecen seguridad y confianza al cliente. Por eso, los especialistas de la ENPA avileña son protagonistas de procesos inversionistas estratégicos para el país, tal como el previsto a convertirse en un gran polo productivo de frijol, maíz y otros granos, en áreas de las empresas de cultivos varios La Cuba y Arnaldo Ramírez, y cooperativas de producción agropecuaria.
“Trabajamos también en los proyectos de la infraestructura industrial y agrícola del plan arrocero del territorio avileño, el cual tiene en funcionamiento un moderno molino y cuatro silos con capacidad para mil toneladas cada uno, en la industria cercana al poblado de Falla”, destaca Leonides Morales.
“Apoyamos el programa denominado Mas alimento, el cual está recibiendo insumos, maquinarias, implementos agrícolas y sistemas de riego para el sector cooperativo y campesino. Laboramos también en los proyectos de la empresa Cubasoy, dedicada a la producción de frijoles, maíz y soya”.
“Además, contribuimos al avance de los frutales en la empresa agroindustrial Ceballos y en las bases campesinas. La ganadería también ha contado con el aporte de nuestros profesionales.
“Quiere esto decir que nuestra actividad fundamental consiste en brindar servicios de consultoría, ingeniería y diseño, levantamientos topográficos e investigaciones ingenieras aplicadas; estudios de factibilidad económica, avalúos, daños, desastres naturales y de riesgos”.
No solo proyectos agropecuarios se realizan en la ENPA avileña, donde el trabajo constituye motivo de realización personal para ingenieros civiles, hidráulicos y eléctricos; proyectistas, tipógrafos, geógrafos y otros profesionales beneficiados con un ejemplarizante sistema de trabajo que prioriza a sus recursos humanos.