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Porque sabemos que está ahí y que funciona, en ocasiones puede que leamos mecánicamente unas siglas de gran significado, sobre todo para los cubanos que en los últimos 55 años han tenido la urgencia de evacuarse, o evacuar, ante peligros como los eventos hidrometeorológicos.
Este lunes cumple años un sistema de medidas estatales rectoradas por la Defensa Civil (DC), que en tiempos de paz y ante circunstancias excepcionales como catástrofes naturales, funciona con el fin de proteger a la población y a la economía.
Por eso expertos en el tema y hasta la prensa capitalista la califican como uno de los mayores logros de la Revolución cubana. Con ella nació, pues anteriormente la policía y la Cruz Roja cumplían algunas medidas de defensa civil, según se recordó recientemente en el espacio de la Mesa Redonda, al que asistieron especialistas en el tema.
Su nacimiento data del 31 de julio de 1962 con el fin de defender al país de ataques contrarrevolucionarios. Poco tiempo después y hasta nuestros días, su misión ha sido prevenir, preparar, enfrentar peligros naturales, tecnológicos y sanitarios y llegar a la fase recuperativa.
Detrás del conocido nombre están todos los organismos de la Administración Central del Estado, de muchas organizaciones, de instituciones y del pueblo que han permitido que la Mayor de las Antillas sea menos vulnerable a ciclones, lluvias intensas, penetraciones del mar, escapes o derrames de sustancias peligrosas, incendios, epidemias, plagas y enfermedades.
No todo está hecho, pues precisamente el cambio climático obliga a ser más exquisitos en la prevención y los preparativos en aras de reducir los riesgos. La construcción del nuevo modelo económico también le impone retos, de ahí que en el Estado Mayor Nacional de la DC se determinara que 52 de los 247 Lineamientos establecidos en la política económica y social del país guardan relación con su estrategia y con la reducción de desastres.
Modelar los hechos
Cara visible de la DC, para modelar en seco las acciones, resulta cada año el ejercicio estratégico Meteoro, el cual coincide con el inicio de la temporada ciclónica, cuyos derivados son una de las mayores amenazas latientes de la naturaleza.
¿En cuántas ocasiones hemos escuchado decir a los especialistas del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología que lo importante no es el vaticinio de una época activa si no estar preparados?
De no haber sido por la prioridad que el Gobierno y el Estado cubano han conferido siempre al sistema de la DC, las cifras de pérdidas humanas distarían de las estadísticas. A pesar de que en dos décadas el territorio nacional fue impactado por 29 ciclones tropicales, 19 de ellos huracanes incluidos nueve de gran intensidad; solo se lamentó el fallecimiento de 56 ciudadanos, provocado en muchos casos por su propia negligencia; y en contraposición fue salvaguardada la vida de más de diez millones de personas.
Otra emergencia tuvo respuesta rápida y efectiva: la compleja situación sanitaria en la región de Manzanillo en el 2012. Dos años antes, luego del sismo de 7.3 grados en la escala de Richter en Haití, Cuba comenzó el fortalecimiento de su capacidad para enfrentar ese tipo de evento y maremotos.
Sin dudas que la DC tiene mayoría de edad y su trayectoria también está marcada por la solidaridad y la cooperación. Si hemos contado con la colaboración de organismos internacionales como Naciones Unidas también ayudamos a países del Caribe, donde por ejemplo, se ha replicado la experiencia cubana en cuanto a la creación de Centros de Gestión de Riesgos.
Preparados y alertas. Es el mensaje de la DC que asiduamente llega a la población cubana, que se sabe protegida porque es el bien más preciado.
