Eran palabras del Che para calificar la caída en combate del capitán cubano José María Martínez Tamayo, conocido como Ricardo, Chinchu o Papi en la guerrilla.
Ocurrió el 30 de julio de 1967, en el combate que tuvo lugar en las márgenes del río Rosita. Al cruzar un vado, bajo un intenso tiroteo, Ricardo resultó herido. Inmediatamente sus compañeros organizaron una barrera de fuego y se lanzaron a su rescate Pacho (Alberto Fernández Montes de Oca) y el boliviano Raúl (Raúl Quispaya). Raúl fue muerto de un tiro en la boca y Pacho, alcanzado también por las balas, logró parapetarse tras el cuerpo del caído y silenciar una ametralladora que los hostigaba. Arturo (René Martínez Tamayo), hermano de Ricardo y otros guerrilleros, aprovecharon un momentáneo alto al fuego para rescatarlo.
El médico, Octavio de la Concepción de la Pedraja (Moro), planteó que para salvarlo debían operarlo y ponerle una cantidad de sangre de la que no se disponía. El plasma con que se contaba se había perdido en la mochila de Willy (el boliviano Simón Cuba) durante el último combate.
Moribundo, Ricardo se quitó el reloj con la indicación de que se lo hicieran llegar a su hijo mayor. Después le dijo a Arturo: “Mi hermano, yo lo único que te pido es que Fernando (Che) nunca tenga que llamarte la atención por un acto de indisciplina, y si te toca caer, cae como los hombres, ya a mí me tocó”. Fueron sus últimas palabras. Arturo caería tres meses después heroicamente en el combate de la quebrada del Yuro.
Raúl Quispaya Choque, oriundo de la ciudad de Oruro, no pudo cumplir los 28 años. Llegó a ser miembro del ejecutivo de la juventud comunista boliviana y fue en ese tiempo que se relacionó con Moisés Guevara (Moisés), líder minero que después lo incorporaría a la guerrilla, y Simón Cuba, también dirigente de las minas y futuro integrante del destacamento armado. Cuando se determinó la composición del ya denominado Ejército de Liberación de Bolivia, Raúl formó parte de la vanguardia.
De su actuación en aquel encuentro con el ejército escribió Inti Peredo: “Raúl era un compañero muy callado, que nunca hacía preguntas, disciplinado (…). El día del combate sorprendió a todos con su comportamiento temerario y heroico. Su magnífica y necesaria solidaridad con un compañero herido lo llevó a la muerte. El respeto que por él teníamos todos ser acrecentó”.
Y sobre Ricardo señaló: “Fue el hombre que tuvo el peso de la preparación previa del foco guerrillero. Querido por los compañeros bolivianos, respetado por los cubanos y peruanos que estaban combatiendo allí, no podíamos abandonarlo en un momento tan doloroso”.
Ricardo, que perdió la vida a los 31 años, acumulaba una rica trayectoria revolucionaria. Nació en el barrio de Santa Isabel de Nipe, en Mayarí, pero su primera infancia y juventud transcurrieron en el pueblito de Guaro, donde el entonces joven tractorista se incorporó a una célula del Movimiento 26 de Julio. Más tarde combatió en la columna 17, dirigida por el entonces capitán Abelardo Colomé, Furry, donde José María Martínez Tamayo derrochó valentía y audacia. Después del triunfo fue parte de una compañía de tanques en Managua y posteriormente se convirtió en uno de los fundadores del Ministerio del Interior.
Su contribución solidaria con el movimiento revolucionario latinoamericano comenzó en la temprana fecha de 1962. Colaboró un año después con la creación en Argentina del grupo guerrillero encabezado por el Comandante Segundo, pseudónimo de guerra del periodista Jorge Ricardo Masetti, y más tarde estuvo con el Che en el Congo. Cuando este decidio constituir la base guerrillera en Bolivia, escogió a José María para la creación de las condiciones del destacamento armado; una vez creado, se incorporó como parte del centro.
Sobre su muerte escribió el Che en su diario: “Era un extraordinario combatiente y un viejo compañero de aventuras en el primer fracaso de Segundo, en el Congo y ahora aquí. Es otra pérdida sensible por su calidad”.
Y acerca de la situación de la guerrilla en aquellos momentos, agregó: “Somos 22, entre ellos dos heridos, Pacho y Pombo, y yo con el asma a todo vapor”.
Acerca del autor
Graduada de Periodismo. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el …