Jorge Luis Coll Untoria, estudiante de Periodismo
Erick Hernández nunca se cansa, parece que los años no pasan por él. Este 29 de julio lo volvió a hacer y agregó una nueva marca a su impresionante hoja de récords.
El lobby del capitalino hotel Copacabana fue testigo, una vez más, de un nuevo registro mundial, pues Erick estuvo dominando el balón por 43 minutos y cinco segundos, desde la posición de sentado golpeando solo con la cabeza. De este modo dejó atrás el crono anterior, que estaba en su poder desde octubre del pasado año.
“Empecé de manera atropellada y sufrieron algunos músculos, pero estaba preparado para llegar a 43 minutos. Este tiempo no está a tope y con el fin de mejorarlo lo intento en esa posición frecuentemente, pues a veces es poco creíble en el mundo que los cubanos tengan tantos récords”, señaló el plusmarquista mundial al confirmar su intención de realizar otra cota similar antes de finalizar el año, aunque todavía no define una modalidad en específico.
No hay dudas de que si el deportista no tuviera alguna similitud con los personajes de la mitología griega uno de los que más se le asemejaría —por la perseverancia— sería Sísifo, quien para cumplir un castigo debía llevar una piedra hasta la cima de una montaña muy empinada y en cada intento la piedra caía.
La diferencia entre Erick Hernández y Sísifo es simple. Para el cubano el dominio del balón no es ni por asomo algo parecido a una condena, es una actividad que refleja su personalidad y mediante la cual representa a nuestro país. Por eso, a pesar de sus 51 años de edad, y con una seguridad enorme, lo intenta constantemente una, otra y otra vez.