Un 25 de julio, 502 años atrás, esta tierra tuvo su primer minuto de gloria.
El momento fundacional de la Villa de Santiago de Cuba marcó uno a uno, desde entonces y hasta la actualidad, sucesos que condicionaron el legítimo y bien ganado derecho a ser titulada como Muy Noble y Muy Leal, como Rebelde Ayer, Hospitalaria Hoy y Heroica Siempre, como Héroe de la República de Cuba y poseedora de la Orden Antonio Maceo.
La historia lo confirma. La del cimarrón, la del mambí irreductible, la de las huelgas y las protestas obreras, la de la lucha armada contra el tirano, la de la victoria.
Hoy está de cumpleaños Santiago de Cuba y llega a su onomástico sumando a su vetustez aires de renovación, los cuales aportan tonos nuevos a su reconocida belleza arquitectónica.
Un rostro más bello y un espíritu enardecido son atributos de la ciudad en este aniversario de la fundación de la Villa.
Santiago de Cuba en sus 502 años sigue preservando lo culto y estimulando lo popular, continúa alcanzando lo posible y proponiéndose lo que pareciera imposible, dándose solidaria al mundo y agradeciendo los gestos de solidaridad para con ella, y muy especialmente, permanece fiel a su legado.
Y como todo cumpleaños obliga a pensar en el futuro ya andan los lugareños proponiéndose nuevas metas, renovando sus aspiraciones martianas de intentar lo grande para, refrendando, inconmovibles, la voluntad de que Santiago sigua siendo Santiago y de que cada día se hagan más merecidas las palabras del compañero Fidel Castro:
¡Gracias, Santiago!