Podría parecer contradictorio pero es real. La guantanamera Evangelina González Durán lleva 8 años retirada de su trabajo y ese mismo tiempo a la espera de la jubilación.
Laboraba en la Empresa Constructora Integral de Guantánamo hasta el 2009, fecha desde la que “lucha vehementemente” por la entrega de la chequera que le corresponde por su edad, según la ley.
A finales de octubre de ese año, la técnica de Recursos Humanos de su centro le entregó “la tirilla de papel” que debía presentar para recogerla en la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social. Allí el funcionario, a quien nombra Yillo, le comunicó que su chequera no había llegado.
Como pasaba el tiempo y nada se resolvía, decidió escribir a la Fiscalía General de la República y a la titular del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). A esta última, le envió como prueba su expediente de trabajo.
Ahora, en la filial provincial del MTSS le comunicaron que no la pueden jubilar hasta que la ministra del ramo devuelva los documentos que avalan su trayectoria laboral.
Hasta inicios del mes pasado, cuando envió su queja a esta sección, no había recibido respuestas. Con razón, Evangelina siente que ha sido tratada injustamente durante el arduo proceso por su chequera.