Si malo es no dar, más malo es dar lo que no toca, fue el consenso que predominó este martes en la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento cubano, al debatir los resultados de la fiscalización realizada a las empresas que pagaron salarios sin respaldo productivo el pasado año en el país.
Al cierre del 2016 fueron 99 las entidades que presentaron esta situación, con erogaciones salariales excesivas por encima de los 72 millones de pesos, según el informe que presentó a los diputados el vicepresidente de ese grupo parlamentario, Armando Utrera Caballero.
La situación continuó durante el primer trimestre del presente año, con 61 empresas que deterioraron su indicador de gasto de salario por peso de valor agregado bruto, lo cual representó pagos sin respaldo productivo por un monto superior a los 13 millones 800 mil pesos.
Aunque el análisis arrojó una tendencia a la disminución de las entidades que presentan estas desviaciones, los diputados fueron enfáticos al rechazar el hecho: cuando usted paga por lo que no hizo, ¿qué es eso? ¡Le están robando al Estado!, fustigó una parlamentaria de la provincia de Santiago de Cuba.
Entre los organismos que más inciden en el problema sobresalen entidades de la Agricultura, la Industria Alimentaria y los consejos de la administración en las provincias, apuntó el documento.
Entre las deficiencias que la Comisión Económica detectó en el establecimiento de sistemas de pago por resultados, estuvo la falta de evidencia de su análisis en los consejos de dirección de las empresas, así como el incumplimiento de la Resolución 6 que norma estos sistemas, al no aplicar las penalizaciones previstas ante el incumplimiento de los indicadores económicos fundamentales.
El deficiente aseguramiento de las materias primas planificadas, las decisiones incorrectas al distribuir los salarios y la falta de supervisión de los niveles de control superiores, fueron otras de las dificultades que constataron los diputados.
También impactó en este fenómeno la inestabilidad de los directivos principales y los especialistas de las áreas económicas en las empresas, la ejecución de reparaciones, mantenimientos y gastos por servicios no planificados; además de errores en la información estadística y contable, entre otras situaciones.
La diputada Milagro de la Caridad Pérez expuso algunas de las consideraciones a las que arribó la Central de Trabajadores de Cuba como resultado del análisis de un grupo de trabajo temporal de dirigentes sindicales y especialistas, quienes evaluaron esta problemática que afecta los ingresos de sus afiliados.
Los problemas en la planificación, la desaparición de los organizadores del trabajo y los salarios, así como los rejuegos contables que admite la fórmula para determinar la utilidad empresarial por peso de valor agregado bruto, fueron varios aspectos abordados por la dirigente sindical.
No basta con evaluar a las empresas que deterioran el gasto de salario por peso de valor agregado bruto, alertó Milagro de la Caridad, hay que profundizar en las entidades cuyos trabajadores en estos momentos solo reciben el salario escala y no pueden incrementar sus ingresos mediante el pago por resultados.
Al respecto, Alejandro Gil, viceministro primero de Economía y Planificación, explicó la complejidad técnica del asunto, al coincidir con el punto de vista de la CTC de que la riqueza creada no siempre está expresada correctamente en el valor agregado bruto.
Este indicador puede crecer, por ejemplo, por incrementos injustificados en los precios o falsos ahorros en el consumo de bienes intermedios, que a la larga no representan mayor producción, graficó.
Intervinieron además parlamentarios e invitados pertenecientes a organismos y sectores afectados, para explicar los procesos de corrección a que conllevan tales errores en la gestión financiera, y cómo esto desestimula y crea tensión en los colectivos laborales.
René Hernández, viceministro de Economía y Planificación, señaló además que estos pagos indebidos revelan deficiencias en el funcionamiento de las juntas de gobierno de las empresas, al evaluar sus resultados económicos y declarar la pertinencia de los planes económicos.
Los pagos de salario sin respaldo productivo son una inyección de masa monetaria que genera inflación y desequilibrios financieros internos, indicó Hernández, quien expresó inconformidad con cualquier valoración optimista: mientras tengamos una sola empresa en esta situación, tenemos un problema, recalcó.
La viceministra de Trabajo y Seguridad Social, María Molina Gutiérrez, valoró que el informe de la Comisión parlamentaria devela la existencia de indisciplinas y falta de análisis en los diferentes niveles de dirección.
Alertó a su vez de que durante el primer trimestre de 2017, el 57% de las entidades del sistema empresarial en el país desagregaron un gasto de salario mayor del que tenían previsto según el plan anual, lo cual no es un dato concluyente, pero puede ser un síntoma de que algo no anda bien.
El objetivo de los sistemas de pago por resultado es motivar una mayor producción, para así aumentar los ingresos de los trabajadores. Sin embargo, la tendencia es a hablar más del incremento salarial que de los resultados concretos del trabajo, valoró Gladys Bejerano, Contralora General de la República.
La diputada señaló la existencia de problemas en la contabilidad, como la falta de personal, su pobre calificación o el poco caso que algunas administraciones le hacen. Hay también irresponsabilidad, criticó Bejerano.
En tal sentido, llamó a propiciar una rendición de cuentas más efectiva de las administraciones ante las asambleas sindicales, en relación con el cumplimiento del plan y el presupuesto. Hay que dar información veraz, amplia, para que los trabajadores puedan de verdad participar, concluyó.
