Desde una ciudad suiza con tradición de remo la noticia llegó bien temprano el domingo. En Lucerna, el cubano Ángel Fournier se agenció el segundo lugar en la tercera parada de las Copas del Mundo, con lo cual imitó la actuación de hace tres semanas en Poznan, Polonia.
Cual filme repetido en cuanto a ubicación en el podio, Fournier (6:52.940) no pudo vencer por segunda ocasión en la temporada al neozelandés Robert Manson (6:49.080), a pesar de que arrancó tercero en los primeros 500 metros y su rival iba quinto. Desde la mitad del trayecto, el antillano estabilizó su ritmo como segundo de la regata, al tiempo que Manson pasó a liderar la prueba sin que nadie le hiciera sombra hasta el final.
En tercer puesto quedó el bielorruso Stanislau Shcharbachenia (6:55.000), protagonista de una gran sorpresa, pues dejó para el cuarto puesto al local Nico Stahlberg (6:55.070). El cuatro veces monarca mundial, el checo Ondrej Synek finalizó en un inesperado sexto escaño (7:02.290).
Precisamente Synek había entrado por delante del antillano en cuartos de finales, en tanto las semifinales fueron dominadas por Fournier y Manson, quienes declararon al sitio web del certamen “iniciar una amistad que puede durar todo el ciclo olímpico, hasta ver quién se lleva el oro en Tokio 2020”.
Para el cubano concluye así el programa de competencias que tenía previsto de cara al Campeonato Mundial de Sarasota, Estados Unidos, en la última semana de septiembre, cuando quizás en lugar de darle la espalda al neozelandés sea él quien mire a su rival con un hipotético primer título universal para Cuba en esta disciplina.