Los más de 19 mil afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Administración Pública en Santiago de Cuba andan de plácemes en ocasión de conquistar la sede por el día del sector, que se celebra el 4 de julio en homenaje al natalicio de Enrique Hart Dávalos.
La empresa provincial de Aseguramiento Técnico Material (ATM), el bufete colectivo número 3, y el cementerio Santa Ifigenia son los tres colectivos santiagueros de este sindicato distinguidos a nivel nacional, los cuales devienen referentes en todos los órdenes. El primero destaca por lo hecho a favor de un Santiago más bello, higiénico, ordenado y disciplinado, con apego al pedido del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
Responsabilizados con la venta de mercancías, destinadas en lo fundamental a la construcción, ATM, ejemplo del perfeccionamiento empresarial, ha sobrecumplido cada uno de los indicadores que miden la eficiencia y la satisfacción de sus trabajadores: ingresos totales, ventas, productividad, costo por peso, utilidad, salario medio…
Programas de gran impacto como el de la vivienda y Santiago Arte —transformadora intervención comunitaria que hace renacer a más de una decena de comunidades— tienen en ATM un puntal importante. “Y en otros aspectos también vamos a la vanguardia”, reconoce Frank Reyes Ruiz, director adjunto, quien enumera algunos de los premios que atesoran: del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, por el fomento de la energía renovable; de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores, por la excelencia económica; de la CTC en su emulación Por las Sendas del Triunfo; así como de la Asamblea Provincial del Poder Popular (Con el esfuerzo de todos) por su contribución al desarrollo del territorio.
Estos dos últimos reconocimientos también los exhibe el bufete colectivo número 3, donde administración y sindicato, con Yurka León y Marelis Monier al frente, respectivamente, y el concurso de los otros 42 afiliados, encaminan favorablemente la contratación prevista, y más relevante aún, la atención, con profesionalidad, a quien acude en busca de ayuda en materia penal, civil, o de trámites.
Con igual sensibilidad laboran los 115 trabajadores del cementerio Santa Ifigenia, espacio patrimonial que resalta por la pulcritud de sus áreas, el cuidado de su jardinería y el respeto y veneración con que preservan cada tumba. Hablar de ese colectivo, distinguido nacional de la Administración Pública, es hablar “de compromiso multiplicado”, como significa Sergio Larduet, su coordinador