Las cartas de presentación de las enfermedades cardiovasculares casi llegan de maneras silenciosas. Rara vez causan síntomas en sus etapas iniciales, lo cual es un significativo factor de riesgo para padecerlas y morir como consecuencia de un evento cardiovascular de forma prematura, además de ser la segunda causa de discapacidad en el mundo.
Para el doctor Juan Adolfo Prohías Martínez, jefe del Cardiocentro del Hospital Hermanos Ameijeiras “las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de muerte a nivel mundial con un número mayor en países subdesarrollados, y menor riesgo en los desarrollados.
“De acuerdo al análisis de las tendencias y cómo se expresan en la actualidad la diabetes, la hipertensión, el hipercolesterolemia y el hábito de fumar, se estima que el número de pacientes con enfermedades cardiovasculares antes de los 70 años, en el 2013 era de 5 millones, en el 2015 deben haber sido unos 8 millones”.
Señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) que la incidencia de este padecimiento se ha duplicado en los últimos cinco años en todos los estratos sociales. Sostiene además que existe una gran disparidad en el número de personas que conocen su condición de hipertensa, las que reciben tratamiento y no están controladas, y las que reciben tratamiento y están controladas.
En concordancia con la OMS, la principal problemática estriba en que aún hay mucha gente sin diagnosticar, y advierte que, si la hipertensión arterial (HTA) es detectada en forma temprana y se trata correctamente, es posible minimizar el riesgo de ataque al corazón, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular e insuficiencia renal.
Entre todas, la más viral
Según los datos de la Biblioteca Médica Nacional, disponible en la red de salud de Cuba, la presión aumenta gradualmente con la edad, por lo que la prevalencia de HTA depende notablemente del segmento etario considerado.
El documento relata que unos 250 millones de personas, es decir, entre el 20 y 40 % de la población adulta en la región de las Américas padecen hipertensión y que el 57 % conoce su condición, y solo el 13,2 % tiene presión arterial controlada.
El cardiólogo Prohías Martínez destacó que la hipertensión es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular que conlleva diferentes análisis porque es necesario identificar al paciente, que comprenda el significado de la enfermedad y la acepte, disponga del tratamiento, cumpla la prescripción médica y demuestre que está controlado adecuadamente, con lo cual se garantiza que este factor de riesgo no incida.
En el Anuario Estadístico de Salud 2016 de Cuba se evidencia que se elevó el reporte de la prevalencia por la dispensarización para la HTA, cuya tasa fue de 219,4 por cada mil habitantes; y el grupo de 60 a 64 años el de mayor incidencia.
Sobre el hábito de fumar, uno de los más negativos para el corazón, el galeno informó que Cuba es el país en el que más se fuma en América Latina. De ahí la importancia de desarrollar estrategias de comunicación, aumentar los espacios libres de humo y la prevención. A su vez este factor de riesgo influye en la cantidad de fallecimientos a causa de las enfermedades cardiovasculares.
“Igualmente incide en el cáncer de tráquea, bronquios y pulmones, que son los principales tipos de cáncer que afectan a la población, algo grave para nuestro país ya que se estima que los grupos etarios más jóvenes están aumentando la frecuencia de fumar”.
Los territorios con mayor prevalencia de HTA son Matanzas, La Habana, Sancti Spíritus, Artemisa, Las Tunas y Pinar del Río; la de menor tasa se encuentra en Granma.
La iniciativa llamada Conoce tus números fue la que la OMS realizó en mayo, con el objetivo de insistir en la necesidad de trabajar en la prevención y control de la HTA para prever muertes por enfermedades cardiovasculares.
“Si se logra tratar a la mitad de la población con hipertensión no controlada, en 10 años se podrían prevenir 10 millones de muertes en el mundo debidas a eventos cardiovasculares”, subrayó la organización médica internacional.
Siempre es bueno saber que…
Aunque la HTA no es curable, se puede tratar para mantener la presión arterial por debajo de 140/90 milímetros de mercurio (mm Hg).
Actualmente Cuba cuenta con el Programa Nacional de Prevención, Diagnóstico, Evaluación y Control de la Hipertensión Arterial, el cual insiste en que la prevención de la HTA es la medida más importante, universal y menos costosa, y debe constituir una prioridad de las instituciones de salud, la población y los gobiernos.
Respecto a cómo actuar frente a este tipo de enfermedades, Juan Adolfo Prohías refirió que “la atención de la prevención cardiovascular debe estar enfocada a partir de la atención primaria en consonancia con las prioridades del Ministerio de Salud Pública, ya que es el escenario donde mayor cantidad de actividades preventivas pueden realizarse”.
Estas acciones constituyen el aumento de la estrategia comunicativa, interacción del médico y la enfermera en el ambiente real en el que se desenvuelve la persona y la incidencia de estos factores.
“Para poder enfrentar los efectos de estas enfermedades se debe obtener un apoyo intersectorial, ya que requiere de una participación activa de todos los componentes de la sociedad”, puntualizó el especialista.
Prohías Martínez hizo una alerta al desconocimiento general de la población porque nadie es capaz de saber cómo va a evolucionar una enfermedad cardiovascular. “Es necesario que las personas comprendan la importancia y la interrelación que tienen estos factores con otras enfermedades”.
Otra vía efectiva para controlarlas es modificar los estilos de vida poco saludables, como por ejemplo la dieta desbalanceada, eliminar el consumo de tabaco, el uso nocivo del alcohol y la inactividad física. Esto puede prevenir la presión arterial alta.
Los médicos sugieren una alimentación cardiosaludable, que incluya la ingestión de potasio y fibra, tomar mucha agua y hacer actividad física con regularidad, al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico por día.
La reducción de la presión arterial alta en la población requiere también la creación de ambientes que faciliten la alimentación saludable, la actividad física y el acceso universal a la atención sanitaria preventiva y curativa. Nunca es tarde para prevenir y actuar.