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La gran promesa de Trump: Make America Great Again y ¿el mundo a sus pies?

El presidente Donald Trump cumplió con una de las promesas realizadas durante la campaña electoral: sacar a su país del Acuerdo de París contra el cambio climático. Salvar el empleo nacional ha sido su argumento principal.

A juicio del multimillonario, las grandes restricciones energéticas que han caído sobre Estados Unidos podrían llegar a destruir más de 2,7 millones de empleos para 2025.

Sin embargo, expertos alegan que tal argumentación es falsa:

Con el fin de las industrias dedicadas a los carburantes fósiles, otras nuevas industrias nacerán en torno al desarrollo de tecnologías nuevas más limpias. De este modo, en el 2030, se habrán creado cerca de 60 millones de empleos suplementarios a causa del desarrollo de la transición ecológica. [1]

Inquietudes, lamentos, críticas, condenas, decepciones y apoyos. Diversas han sido las reacciones en torno a la decisión del mandatario estadounidense.

¿Pero qué opinan políticos y otras personalidades mundiales de Occidente?

Es evidente el grado de decepción que ha provocado la medida de la Administración Trump, no solo en figuras de la política estadounidense sino también en sus aliados estratégicos europeos.

Ahora bien, ¿por qué pensar que Trump y su equipo de gobierno iban a hacer totalmente lo contrario?

Para responder esta interrogante, analicemos la actuación o estrategia militar de Administración Trump en solo cuatro meses de gobierno.

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Cuando uno observa este comportamiento en tan breve período de mandato presidencial, no quedan dudas de cuan alejado puede estar Trump de los peligros que representan las guerras para la vida del planeta y la supervivencia humana.

Para nadie es un secreto que existe una interrelación directa y activa entre las guerras y los principales problemas que enfrenta el mundo de hoy.

¿Qué impactos tiene la guerra sobre el medio ambiente y la vida en general?

El Doctor en Ciencias y Profesor Titular, Osnaldo  M. Casas Valdés, en su artículo Las guerras y el cambio climático, detalla alguno de ellos:

  • Los gases generados por los diferentes armamentos incrementan el efecto invernadero. La guerra influye en el proceso de cambio climático que está sufriendo el planeta, acelera e incrementa el calor en la superficie terrestre y con ello aumenta la posibilidad del deshielo de los casquetes polares, y muchos territorios están en peligro de quedar bajo las aguas del mar.
  • El impacto de la guerra es significativo, se presenta en la pérdida de la biodiversidad, destruyte las áreas de vegetaciones abundantes o boscosas, priva a los suelos de la protección forestal y los expone a la erosión, generando la desertificación. Por ejemplo, el empleo del Agente Naranja en Vietnam dejó inhabilitadas muchas hectáreas de tierra para la producción durante más de 20 años.
  • Las guerras contaminan las aguas de mares, ríos, presas y lagos, partiendo del hundimiento de buques cargados de combustibles, materiales nucleares, productos químicos, sustancias tóxicas, municiones y cargas explosivas, entre otras. En tierra la contaminación es mucho mayor. El final de los armamentos empleados, en más de 80% va a parar a objetivos terrestres y se contaminan suelos, plantas, animales y personas.
  • La atmósfera no escapa a esta contaminación y es afectada por los gases y el humo que emanan de las explosiones e incendios o del empleo de sustancias químicas y nucleares. Los ataques contra aeronaves contaminan también la atmósfera terrestre. No olvidemos que la guerra cobra numerosas víctimas en todo tipo de seres vivos y destruye el equilibrio natural del planeta, y por consiguiente influye en el cambio climático.
  • La guerra provoca que se deteriore la infraestructura económica de los países afectados y significa un retroceso en el desarrollo.

Reflexiones finales

  • Llama poderosamente la atención que varios de los principales políticos estadounidenses y aliados estratégicos de Washington en Europa (slide), afligidos por la decisión de Trump con respecto al Acuerdo de París, apoyaron y/o silenciaron el ataque criminal de Estados Unidos contra Siria. Tampoco han alzado la voz para denunciar la guerra fratricida contra el pueblo yemenita o la colonización israelí de los territorios palestinos ocupados, por solo mencionar algunos.
  • La historia ha demostrado que deponer las armas nunca ha sido una opción para ningún presidente de los Estados Unidos. Basta un ejemplo reciente, según Council on Foreing Relations, antecesor de Trump en la Casa Blanca, el Premio Nobel de la Paz Barack Obama, durante su último año mandato, lanzó más de 26 mil bombas sobre siete países.
  • No tenga la menor duda. En aras de apoderarse de las principales reservas energéticas no renovables que existen en distintos puntos neurálgicos y de especial relevancia geopolítica, Estados Unidos continuará promoviendo conflictos bélicos que garanticen sus intereses políticos y la propia reproducción de su sistema.
  • El presidente Trump ha dejado bien claro cuál será su camino en materia presupuestaria, más gastos para la defensa y seguridad fronteriza. Elevó el gasto en defensa un 10%, unos 54 mil millones de dólares, el mayor aumento de la dotación presupuestaria del Pentágono desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. Propuso aumentar en un 6,8% los fondos del Departamento de Seguridad Nacional.
  • No se vislumbra en un futuro cercano o mediano la desaparición de las causas que originan las guerras, sino todo lo contrario.
  • El mundo civilizado necesita de seres humanos conviviendo en armonía. Es preciso batallar para entregar la mayor cuota de felicidad posible a las nuevas generaciones. Por tanto la guerra no es el camino para la solución de los conflictos nacionales e internacionales.
  • Para preservar la vida y el planeta, el verdadero camino hacia el futuro inmediato está en el desarme total e incondicional.

¿ Y ahora qué?

 

 

En aquel discurso del pasado 1ro de junio en los jardines de la Casa Blanca,  Trump  expresó:

«Trabajaré para que Estados Unidos sea el líder frente a los problemas medioambientales… “Veremos si podemos alcanzar un acuerdo justo. Si podemos, será excelente. Si no podemos, también… «Make America great again».

El diario español El País consultó a varios traductores la mejor versión del lema de Trump y afloraron diversas opiniones. Lo cierto es que -al margen de aproximaciones o divergencias- resume la naturaleza soberana de Trump.

¿Pretenderá poner al mundo a sus pies?

[1] Los argumentos de Trump para salir del cambio climático, a examen. Artículo difundido en la edición digital catalana El Periódico. Sección Internacional. Disponible en http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/los-argumentos-trump-para-salir-del-cambio-climatico-examen-6079705

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