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Guion con puesta en escena

Por estos días se celebran los 90 años del inicio de los estudios contables en Cuba (ECC). Por tal motivo, Trabajadores entrevistó al Máster en Ciencias Rafael Montejo Véliz, decano de la Facultad de Contabilidad y Finanzas, de la Universidad de La Habana (UH).

Máster Rafael Montejo Véliz. Foto: Del autor

 

¿Qué conocimientos existen de los inicios de los ECC?

La historia se ha ido construyendo poco a poco, con el esfuerzo de muchas personas. Hubo un primer corte para el aniversario 65 (año 1992) y otro en el XI Encuentro Internacional de Contabilidad, Auditoría y Finanzas, realizado recientemente, en el que se presentó una conferencia sobre el tema por la profesora Myrna Ricard, de la UH, en la cual hay un recuento.

Los ECC comenzaron con lo que pudiéramos llamar hoy nivel medio, o sea, en las escuelas de comercio. En 1927 pasaron a la Escuela de Ciencias Comerciales, pero aún no tenían un carácter superior. Es a partir de 1933 que se consolida la carrera de Contador Público.

¿Qué impacto tuvo el triunfo de la Revolución en esos estudios?

Ya existían estudios de Contabilidad y de Ciencias Económicas en tres universidades: La Habana, Oriente y la privada de Villanueva. Los programas se mantuvieron hasta 1964-1965. Las carreras universitarias siempre han respondido al contexto político, económico, cultural y social que prime en ese momento. Los cambios profundos que promovió la Revolución establecieron nuevas exigencias. Reflejo de ellas son la creación del Instituto de Economía y de la carrera de Economía en la UH, y el sucesivo perfeccionamiento de los planes de estudio.

A partir del Primer Congreso del Partido (1975) los estudios contables alcanzaron una importancia decisiva, pues el Sistema de Dirección y Planificación de la Economía exigía la presencia de contadores, financistas… Los estudios universitarios afines tuvieron diferentes nombres, pero la esencia del registro, el control, la planificación y la eficiencia los han signado siempre.

El impacto ha sido tremendo. La carrera de Contabilidad y Finanzas debe ser la segunda o tercera que más graduados ha tenido en los años de la Revolución, con unos 63 mil. Y tiene una peculiaridad: está presente en todo el entramado económico del país; dondequiera que haya una entidad económica es necesario el registro y este es vital, porque muestra la realidad de lo que está ocurriendo.

Centros de Educación Superior donde se imparte la carrera

 

¿A qué responde la concepción y aprobación del nuevo plan de estudio que se aplicará a partir de septiembre, y cuáles son sus características principales?

Responde a la idea del Ministerio de Educación Superior del perfeccionamiento continuo de los planes de estudio. En el caso de la carrera de Contabilidad y Finanzas estamos en la quinta generación de ellos, por eso se denomina con la letra E.

El propósito esencial es que se ajuste a los cambios que a partir del VI y el VII Congreso del Partido se están produciendo en el país. Se trata de garantizar que los graduados respondan a las realidades. Estamos asistiendo a un auge de las formas no estatales de gestión, de las pequeñas y medianas empresas con un impacto creciente en la economía… Hay que adaptarse a esas nuevas condiciones.

Además, está presente un proceso de perfeccionamiento en la empresa estatal socialista. Esos cambios precisan contar con un especialista que tenga una alta competencia profesional.

La carrera se reduce de cinco a cuatro años en el curso diurno y de seis a cinco en el de por encuentros, en aras de responder a las esencias de los contenidos y porque hay una realidad socio-demográfica que aconseja acortar los plazos de formación.

Al mismo tiempo, existe una consolidación de las disciplinas propias de la carrera. La adecuación a las realidades territoriales también es mayor. Un desafío importante es mantener la homogeneidad de la contabilidad, las finanzas, el registro… Otra característica significativa es repensar, a partir de aquí, todo lo relacionado con la enseñanza de postgrado, porque los niveles de especialización deben alcanzarse después de la graduación.

El perfil tiene que ser amplio. No puedo dejar de subrayar que este plan está mucho más imbricado con las necesidades de los principales organismos empleadores: el Banco Central de Cuba, la Contraloría General de la República y el Ministerio de Finanzas y Precios.

Ello hizo que las proyecciones se construyeran de manera colectiva, aunando criterios y esfuerzos. De igual modo ha desempeñado un papel relevante la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (Anec). La carrera es muy demandada y tenemos que responder a las expectativas de los estudiantes, los organismos, de la sociedad toda. No basta con tener un buen guion, que en este caso es el plan de estudio; es preciso también una adecuada implementación, o sea, llevarlo a escena de la manera más correcta, perfeccionándolo y rectificándolo constantemente. En eso influye mucho la preparación de los profesores.

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