Decepción. Este fue el calificativo que más repitieron este jueves políticos, empresarios y científicos alrededor del mundo tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirar a su país del histórico Acuerdo de París sobre el cambio climático, según informa BBC-Mundo.
El republicano anunció que Estados Unidos -que junto a China produce el 40% de emisiones de dióxido de carbono del mundo- no participará más del tratado que 195 países firmaron en diciembre de 2015 como un compromiso para disminuir los efectos del calentamiento global.
Trump argumentó que Washington se retira por las cargas económicas impuestas en el acuerdo, que le costarían a su país millones de trabajos en el sector energético, la industria del motor, papel, hierro, acero y otras.
La potencia norteamericana era uno de los actores fundamentales del acuerdo, que el expresidente Barack Obama ayudó a negociar y firmó durante su mandato.
Apenas minutos después de que Trump hiciera pública su decisión, Obama se pronunció para decir que el gobierno de su sucesor se une a «un puñado de naciones que rechazan el futuro».
«Incluso en la ausencia de liderazgo en Estados Unidos (…) confío en que nuestros estados, ciudades y negocios tomarán la iniciativa (…) para ayudar a proteger para las próximas generaciones el único planeta que tenemos», dijo.
En los días previos, algunos alcaldes de ciudades estadounidenses amenazaron con cumplir con el tratado ambiental sin importar la decisión ejecutiva. Este jueves ratificaron su postura.
En una carta abierta, 61 alcaldes que representan a 36 millones de residentes en el país, prometieron «intensificar los esfuerzos para alcanzar las metas climáticas de cada una de nuestras ciudades, impulsar nuevas acciones para lograr el objetivo de que la temperatura global no aumente más de 1,5 grados centígrados en las próximas décadas y trabajar juntos para crear una economía de energía limpia del siglo XXI».