Muchas personas de la capital han visto con satisfacción la puesta en marcha de la modalidad de taxis ruteros, que comenzó el día 15 del presente mes, desde calle 272, en el municipio de La Lisa, hasta el Parque de la Fraternidad, en Centro Habana.
Aún bastantes clientes no están claros de cómo opera, e incluso, los conductores, pertenecientes a la Cooperativa No. 2, han tenido que esclarecer en medio de los recorridos, cuánto les corresponde pagar según el tramo, amén de pegatinas que lo explican. Lo cierto es que ahora, por las concurridas calles por donde transitan los añejos almendrones, están también los taxis ruteros, algunos Ladas y otros Hyundais.
La tarifa, tal como se explicó, es de cinco pesos por tramos de hasta ocho kilómetros, en las rutas preestablecidas: San Agustín-Plaza de Marianao, de esta a las avenidas 51 y 26, y de allí al Parque de la Fraternidad.
Es verdad, como he escuchado decir, que la mayoría de la población no tiene todos los días cinco pesos o 15 (si llega al final del recorrido) para coger un taxi. Mas, de que esta propuesta del Ministerio del Transporte (MITRANS) y del gobierno de La Habana es válida, nadie lo puede discutir.
Las autoridades competentes están apostando para que el territorio cuente con varias modalidades de transportación, pero lo más importante, como subrayó la viceministra del ramo Marta Oramas Rivero, en conferencia de prensa, es que ninguna de esas variantes va a sustituir el transporte urbano, el de los 40 centavos (aunque muchas personas pagamos un peso, y otras, nada).
Existe, en su criterio, una voluntad consciente e intencionada de incrementar el Taxi de Rutas. Como buena nueva es que ya se realizan labores para que en los meses de verano esta experiencia se extienda al corredor de Diez de Octubre, de gran flujo poblacional y en el cual coexisten distintos puntos de intercambio. En la medida que los balances de equipos del MITRANS den la posibilidad, se desarrollarán otras rutas, según sus directivos.
A ese empeño hay que agregar que sigue el estudio sobre la estrategia a aplicarse a fin de continuar el reordenamiento del servicio que brindan hoy los porteadores privados (boteros) en la capital, y entre las acciones enunciadas está establecer la de ponerlos en piqueras.
Los Taxis de Rutas, como han sido llamados, llegan con tino y lo ideal es que se acrecienten, así como los ómnibus que transportan a la mayoría. Cada año se están recibiendo 90 ómnibus nuevos y a una cifra similar se le hace reparación capital. Implementar alternativas viables y sostenibles harán que la situación del transporte en la ciudad, en la que en la actualidad se trasladan diariamente más de un millón de pasajeros, mejore.