De la natación al polo acuático. Del dominio del balón en tierra al dominio del balón en una piscina. De atleta desconocido a recordista mundial. De Matanzas a La Habana y viceversa. Así ha cambiado la vida de Jhoen Lefont en apenas siete años, el mejor cubano en la categoría de deportes especiales en 2012, 2013, 2014 y 2016.
Todavía en su memoria andan frescos los recuerdos infantiles de cuando jugaba fútbol y gustaba golpear la esférica una, dos, decenas de veces sin que tocara el piso. Más de un amigo le recomendó que se apuntara en un área especial de esa disciplina, pero la piscina del Ateneo Aurelio Janet lo ganó antes con brazadas de triunfo en las categorías escolares hasta que un cambio de entrenador definió su traslado —con 11 años— al fútbol en piscinas, como llaman algunos al polo acuático, en el cual llegó a ser el jugador más valioso del torneo nacional juvenil en el 2007. Meses después lo subieron a la selección élite.
“Lo primero que hice cuando me cambié fue aprender el pateo de bicicleta, muy diferente al de la natación”, cuenta sonriente Lefont, de memoria impresionante para fechas y detalles precisos de las ocho marcas universales que posee en las tres modalidades de dominio del balón en el agua, una extrapolación intencionada de las realizadas por Erick Hernández sobre la superficie terrestre.
Gracias a su actual entrenador Jorge del Valle, conoció en el 2009 a Douglas, el hermano de Erick, quien al verlo dando 200 toques con su cabeza en la piscina del hotel Panorama solo atinó a exclamar: “¡Oh.., eso está durísimo, hay que entrenarlo!”. El joven de 21 años apenas le respondió: “Y aquí no lo pude hacer bien porque no está tan profundo y tuve que ponerme en posición de L”.
Aunque alternaba el polo con la práctica del dominio, solo tras confirmarse que Cuba no asistiría a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez llegó el primer récord mundial de 534 toques, para el cual se preparó por cuatro meses y que un inesperado frente frío afectó más de lo pensado aunque le permitió dejar atrás la cota anterior, que según búsquedas por Internet y el libro Guinness era de apenas 45.
“El entrenamiento era muy duro, 3 mil toques en tierra y luego pasar al agua y hacer lo mismo. No importaba si se me caía, tenía que cumplir con esa cantidad. Eso lo hacía con un balón de polo, pero dos meses antes de la marca comencé con una pelota cocida de fútbol, que era un poco más pesada”, explica Lefont.
Al dejarlo fuera de la selección nacional para los Juegos Panamericanos de Guadalajara —una injusticia inexplicable para él— dio el salto definitivo hacia su actual especialidad. “Tras el dolor de no haberme tomando en cuenta vi una puerta abierta en lo que estaba haciendo con Douglas y pensé que podía irme bien.
“Dejó de ser un hobby para tomarlo con más seriedad. Ese propio 2010 superé la barrera de los mil toques en un hotel en Ciego de Ávila. Sin embargo, no fue hasta el 2012 que Guinness me reconoció la marca de 1 203, impuesta en abril de ese año, tras revisar toda la documentación que envíe”, comenta el también admirador de Leonel Messi, Javier Sotomayor y Frederich Cepeda.
“Ellos exigen recortes de periódico, imágenes, videos, noticias de televisión y jueces prestigiosos que puedan dar fe del récord. Son muy rigurosos y de hecho, de las tres modalidades que hago, solo he podido lograr que me reconozcan la de mayor cantidad de toques porque están insistiendo en no abrir otras categorías, sino mantener las que se puedan batir”, argumenta el licenciado en Cultura Física.
Últimos minutos con el balón
“Desde que empecé en esto he recibido un buen respaldo del INDER, pero el apoyo a este tipo de actividad puede ser mayor todavía, pues a veces nos sentimos solos y hay quienes no ven que somos también un resultado del deporte cubano.
“Ahora estoy entrenando en una piscina de 50 metros para ver si puedo nadar controlando el balón contra tiempo. Ese récord es muy duro, pero lo intentaremos. Dentro de mis objetivos está hacer una marca de este tipo fuera de Cuba para darle más promoción al dominio del balón en el agua”.
Son muchos los sueños de Lefont para tan pocas líneas. Antes de despedirnos tomó una esférica y la puso en su testa mojada para hacerla feliz con un vuelo intermitente y continúo. ¡Qué bárbaro!
Récord Mundiales
Categoría: más toques al balón dentro de una piscina:
27/2/ 2010 – 534
28/11/ 2010 – 1010
28/4/ 2012 – 1203
10/8/ 2013 – 1503
27/2/ 2016 -1513
Categoría: natación con el balón en la frente
23/2/ 2013 – 200 metros
Categoría: más toques con lastre constante
13/9/ 2014 – 99 con 15 kilogramos
Categoría: más toques en un minuto
18/11/ 2016 – 183