Hassan Pérez Casabona
Desde que el pareo de la VII Serie Mundial de Boxeo (WSB) reservó para el enfrentamiento en cuartos de finales (luego de los dividendos obtenidos por cada escuadra durante la fase clasificatoria) el cruce entre los Domadores de Cuba y los Tigres de Uzbekistán, quedó claro que este devendría una porfía cerrada en pos de avanzar hacia el resto de las fases que conducen a la corona del atractivo certamen.
Más allá de que los uzbekos concluyeron en esta ocasión en el tercer escaño del grupo C, por detrás de los Astaná Arlans de Kazajstán y los Patriotas de Rusia (los nuestros desbancaron en el tope final a los Heroicos de Colombia y escalaron a la cima del apartado A) lo cierto es que representan uno de los elencos más potentes del orbe.
No en balde finalizaron los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en el sitial más alto por países -al superar a los antillanos por estrecho margen- luego de acumular la extraordinaria foja de tres títulos, dos subcampeonatos y otros dos hombres regresando a sus hogares con el metal bronceado. En la bella urbe carioca los pupilos de Rolando Acebal también se agenciaron tres diademas (Robeisy Ramírez, en los 56 kg, Arlen López, en los 75 y Julio César La Cruz, en los 81 kg) pero con menos preseas en total.
Tampoco podía emplearse como medidor que en la Serie anterior los Domadores arrollaran a los Tigres en la semifinal, desarrollada en la Ciudad Deportiva, pues los uzbekos no presentaron en esa oportunidad a varias de sus principales figuras, las cuales tuvieron excelente faena poco tiempo después en la cita multiatlética más prominente del planeta.
Este primer duelo, correspondiente al formato C-1 (con asiento en un anfiteatro al aire libre en Samarkanda, segunda ciudad en importancia de aquella nación, con poco más de medio millón de habitantes) puso sobre el tapete desde la apertura la calidad de ambos conglomerados.
El monarca bajo los cinco aros en la tierra de la samba Hasanboy Dusmatov derrotó sin discusión a Johanys Argilagos 3-0 (50-45, 50-45 y 48-47) en los 49 kg. Esta es la segunda oportunidad que Dusmatov se impone al camagüeyano, pues en la V Serie Mundial, aunque Uzbekistán no intervino como elenco, el destacado boxeador actuó como refuerzo de Ucrania y allí superó al nuestro.
Argilagos se ciñó el título a los 18 años en el Campeonato Mundial de Doha, en el 2015 y en Río terminó en bronce, pero allí cayó ante el colombiano Jubergen Martínez, quien volvió a doblegarlo en esta Serie, en el cartel desarrollado en predios cafeteros. La de hoy resultó la victoria número 14 de Hasanboy en estos certámenes, sin la sombra de ningún fracaso.
En los 56 Kg Javier Ibáñez no pudo con Murodjon Akhmadaliev, quien salió airoso por votación dividida 2-1 (49-46; 49-46 y 47-48). El matancero tiene una trayectoria impresionante en las categorías inferiores, al punto de imponerse en el Campeonato Mundial Juvenil y en los II Juegos Olímpicos de la Juventud, efectuados estos últimos en Nanjing en el 2014, mientras que su oponente quedó en bronce en la más reciente olimpiada, donde se desmoronó ante Robeisy Ramírez. El cienfueguero, por cierto, consiguió allí su segunda faja dorada consecutiva (en Londres brilló en los 52 kg) luego de ser también el mandamás en los I Juegos Olímpicos de la Juventud, que tuvieron por sede a Singapur en el 2010.
El matancero Ibáñez, de solo veinte años, campeón nacional en el Torneo Playa Girón que albergó Santiago de Cuba en diciembre pasado, ha sido nuestro principal exponente en esta Serie, aprovechando bien la ausencia de Robeisy desde que se apagó la antorcha en el gigante sudamericano, al punto de que estaba invicto hasta ahora en la Serie Mundial. Javier (quien ganó el cuarto y quinto rounds) es un púgil que tiene para más, por lo que debe asumir el fracaso de hoy como un punto en su carrera que le permita extraer enseñanzas y ascender en el futuro.
Con el intercambio cuesta arriba para los Domadores, otro yumurino, Andy Cruz, comenzó la recuperación de su nómina y doblegó en los 64 kg a Ikboljon Kholdarov 3-0 (49-46; 49-46 y 50-45). Cruz es un boxeador con clase y resultados. Siempre viene a mi memoria (lo cual es un ejemplo de su calidad y, al mismo tiempo, de la pericia de los avezados preparados antillanos) que el matancero alcanzó el oro en los Juegos Panamericanos de Toronto en el 2015 y, con el pasaporte garantizado a Río, el colectivo técnico optó por buscar ese cupo nuevamente con Robeisy Ramírez. Sabemos el desenlace feliz en que terminó la historia.
Este año Cruz se ha comportado como un cinchete, ya que además de permanecer sin derrotas encabeza el ranking en su división. A la postre, su estatura de 1, 68 metros lo convierte más en una hombre de 64 que de los 56 kg, a lo que debe añadirse que el camagüeyano Yasniel Toledo terminó su carrera, en la que acumuló medallas en los eventos de renombre aunque, en honor a la verdad, le faltó el extra para escalar en ellos a la cúspide.
En los 75 kg Arlen López encontró en la esquina opuesta a Israil Madrimov, monarca universal juvenil en el 2011 quien, contrario a todo pronóstico, maniató inobjetablemente al cubano 3-0 (50-45; 49-46 y 50-45)
El guantanamero, quien cumplió el 21 de febrero veinticuatro años, es un deportista fornido de 1, 78 metros de estatura, con una carrera llena de lauros, desde que se volvió referente con su éxito en el mundial de Doha. Meses más tarde deslumbró con su pegada potente en los cuadriláteros brasileños, cerrando así un ciclo fabuloso en el que obtuvo además preseas áureas en los Centroamericanos de Veracruz y en los Panamericanos de Toronto.
En esta jornada, sin embargo, fue el reverso del Arlen ganador que conocemos. Desde el gong inicial se presentó lento, sin hacer mucho por la victoria y totalmente descoordinado, lanzando golpes al aire que no hicieron mella en la anatomía de su rival. En estricto apego a los hechos, López encendió de alguna manera el bombillo rojo (aunque varios especialistas aclararon que la votación entonces no reflejó todo lo sucedido) al caer inesperadamente ante el representante colombiano semanas atrás. En la última salida, incluso, Cuba inscribió al matancero Osley Iglesias frente a los Cóndores de Argentina. Este resultado fue el que inclinó en realidad las acciones a favor de los locales, pues se sabía de antemano la difícil prueba a la que se someterían Argilagos e Ibáñez
En el epílogo, Erislandy Savón salió a recortar la diferencia pensando en el parcial global una vez consumado el tope de vuelta, y lo consiguió superando a Sanjar Tursunov 3-0 (50-44; 49-45 y 50-45). El atleta del Guaso, subtitular universal en Doha y bronce olímpico en Río de Janeiro, acumula en Series Mundiales el impresionante palmarés de 24 triunfos y solo un desliz.
El próximo 19 de mayo el coliseo de Vía Blanca y Boyeros será la sede de la ronda definitoria entre estos elencos, pactada en el C-2. Los Domadores presentarán, seguramente, al espirituano Yosvany Veitía (52 kg), los vueltabajeros Lázaro Álvarez (60 kg) y Roniel Iglesias (69 kg), el agramontino Julio César La Cruz (81 kg) y el santiaguero José Ángel Larduet (+ 91 kg).
En el resto de los enfrentamientos de esta fase los Astaná Arlans kazajos pasaron 3-2 sobre los Patriotas de Rusia, al igual que los Gallos Peleadores de Francia sobre los Corazones de León británicos. Poco después del cartel en el que intervinieron los cubanos se ventilaba el encuentro entre los Heroicos de Colombia y los Truenos de Italia.