Un programa informático no permite que los clientes de Ómnibus Nacionales compren un boleto para quedarse a mitad de ruta. Al menos, así lo entendió la guantanamera Virginia Rosado Estrada.
“No se puede sacar pasaje por un tramo, es obligatorio pagar hasta el destino final, porque un inteligente software no está programado para dar un ticket hasta el lugar deseado. Si, por ejemplo, pretendo quedarme en algún punto del centro del país, debo abonar hasta La Habana”, plantea.
Añade que “las distancias intermedias solo las otorgan si compras tres días antes de la fecha del viaje y, claro, en ese momento es poco probable obtener cupo hacia dónde quieres”.
Según relata en su carta esta “disposición nacional” ha generado preocupaciones, a pesar de que el problema ha sido expuesto a diferentes instancias sin éxito. Por eso acude a Trabajadores como último recurso para encontrar respuestas.
El problema no es el software, es el trabajo de mesa que hay que hacer antes de elaborar el software, mejor dicho, se estudia el mercado y luego se procede a ofrecer un producto que supla las necesidades del usuario final: Ud.
De alguna manera alguien, sesudo y apresurado por ofrecer una respuesta a una necesidad ponderada oficialmente, incorporo el producto para decir que la sociedad cubana esta INFORMATIZADA y resulta que este producto lo contradice al no valorar su opcion como real para el producto final que se ofrece.
No se desanime, compre el pasaje hasta la Habana pero bajese donde le toca.No incorpore su nombre a las estadisticas de infartados. No se deje provocar.