Erick Madrazo Hernández, secretario de la UJC del Cardiocentro William Soler, en La Habana, no acaba de salir del asombro. Varios acontecimientos se unieron para que la mañana del Primero de Mayo fuera muy especial para él. El desencadenante fue ser elegido entre los 40 jóvenes capitalinos que estuvieron en la tribuna de la Plaza de la Revolución, en la fiesta de los trabajadores cubanos.
Después la alegría por estar tan cerca del General de Ejército Raúl Castro, de Ramiro Valdés, y de los Cinco Héroes, con quienes conversó y se hizo fotos.
Y el punto culminante fue el contacto con las Heroínas y Héroes del Trabajo que acaban de ser condecorados. “Yo nunca había estado cerca de ninguno, no conozco a ninguno y estar entre ellos, oyendo sus anécdotas y pasajes de sus historias me llevan del asombro a la emoción, porque son mujeres y hombres de mucho prestigio, de mucho esfuerzo, que no se rinden ante las dificultades. Ellos son un ejemplo a imitar.
“Desde lo alto de la tribuna, el desfile lucía maravilloso; lo vi más compacto y organizado que las otras veces cuando yo estoy caminando por la Plaza; fue muy rápido y con mucho colorido, había representantes de todos los sectores y de muchos países.
“Para mí, el primero de Mayo es una mezcla de emociones; participas y expresas el sentimiento como trabajador, de la lucha del pueblo, que a pesar de las dificultades trata de superarse”.
Y en ese momento llega el recuento de las afectaciones que el bloqueo de Estados Unidos impone a los trabajadores del Cardiocentro William Soler. “Hay carencia de personal, de medicamentos, de aditamentos e instrumental que viabilizan las intervenciones quirúrgicas, para hacerlas menos invasivas, lo que conlleva a hacer rigurosas selecciones de quienes se van a priorizar para las cirugías, porque no tenemos todo lo que necesitamos.
“Eso conlleva un mayor esfuerzo por parte de todos los trabajadores, y nos limita para innovar, para buscar soluciones a los problemas que se presentan”, aseguró el licenciado en enfermería y técnico en anestesiología.
La afectación monetaria acumulada de esta política en la salud pública cubana desde su inicio es de 2 mil 624,1 millones de dólares, mientras que en el periodo que abarca este informe, los daños ascienden a 82 millones 723 mil 876, 18 dólares.
Ello significa un incremento en más de 5 millones de dólares con respecto al período comprendido entre abril de 2014 y abril de 2015.
Estas afectaciones se manifiestan en la imposibilidad de adquirir en los mercados estadounidenses medicamentos, reactivos, piezas de repuesto para equipos de diagnóstico y tratamiento, instrumental médico, y otros insumos necesarios para el funcionamiento del sector.