La ocurrencia de delitos de diversa naturaleza, las causas y condiciones que los propician junto con hechos de corrupción, fueron temas de amplio análisis durante el balance anual del comité nacional del Sindicato de Trabajadores de Energía y Minas.
No obstante la realización de tareas previstas en los planes de prevención, aún son insuficientes las acciones y el trabajo político con los trabajadores para fortalecer la lucha contra ese flagelo refrendado en los 525 hechos ocurridos en el 2016, puntualiza el informe presentado por José Cabrera Cabrera, secretario general de la organización sindical.
Entre las principales causas que motivaron tales actos sobresalen las relacionadas con la pérdida de valores e inobservancia de lo legislado, inadecuado control y seguimiento al destino final de los recursos y la falta del sentido de pertenencia en trabajadores y cuadros de los colectivos involucrados.
No se han dejado de hacer acciones para contrarrestar el robo de combustible y de otros recursos de alta demanda estatal y no estatal, pero continúa sucediendo, planteó Cabrera.
Es un asunto que requiere de un esfuerzo mancomunado entre las direcciones administrativas y sindicales; llevarlo a las asambleas de afiliados con un análisis minucioso de la responsabilidad de quien corresponda, expresaron diversas intervenciones.
Según Ania Álvarez, jefa del departamento de Emulación de la Central de Trabajadores de Cuba el tema del delito y las ilegalidades hay que verlo como un foco rojo en un sector tan significativo.
“El control nos va a llevar a prevenir”,dijo al referirse a la importancia de exigirle a cada trabajador que conozca e identifique el índice de consumo para que no le falta ni un litro de combustible.
Otros asuntos abordados fueron el cumplimiento de la Ley 38 sobre innovaciones y racionalizaciones, la preparación y celebración de las asambleas de afiliados como responsabilidad compartida entre el sindicato y la administración.