Lo cierto es que los Domadores salieron con todo frente a los Heroicos de Colombia y, en su feudo del Coliseo de la Ciudad Deportiva, consiguieron no solo el éxito por barrida en el match ante los caribeños (en el C-2) sino escalar a lo más alto dentro de su apartado, el cual encabezaban hasta este viernes 21 de abril precisamente los de la tierra del vallenato.
El triunfo del elenco cubano que dirige Rolando Acebal tiene un plus adicional pues, esta vez no contaron en la nómina inscrita con los servicios del espirituano Yosvany Veitía (52 kg) y del camagüeyano Julio César La Cruz (81 kg), quienes no cumplieron con el peso corporal.
A lo que debe sumarse el hecho de que el tricampeón mundial Lázaro Álvarez (60 kg) reapareció en la velada, luego de estar alejado de la “Finca” del Wajay durante los últimos seis meses- cumpliendo una sanción disciplinaria- lo que a todas luces generó incertidumbre, a partir de comprobar el estado real en el que se encontraba.
En la apertura del encuentro el santiaguero Frank Zaldívar obtuvo su tercera victoria en Series Mundiales (primera en esta edición) imponiéndose en un cerrado pleito al más experimentado Seiber Ávila (47-48; 48-47 y 48-47).
Ávila –segundo en los Juegos Centroamericanos de Veracruz en el 2014, bronce en los panamericanos de Toronto, en el 2015 y 5to bajo los cinco aros en Río de Janeiro 2016- se llevó la mejor parte en el primero y segundo round pero no pudo resistir la embestida en los tres asaltos finales del indómito, quien exhibió una excelente preparación física a lo largo de toda la pelea.
El “Príncipe” Álvarez no tuvo que esforzarse demasiado para desbancar en toda la línea a Albeiro Paredes, figura con apenas palmarés en la arena internacional. El pinareño empezó cauteloso (algo lógico por el tiempo fuera de los encerados) pero con rapidez dejó claro que era el mandamás sobre el ring. Su dominio fue tal que los tres jueces lo apreciaron ganador por 50-44.
Los antillanos presentaron antes en esta división a Armando Martínez Jr., quien sonrió en sus dos salidas, lo que evidencia el buen momento en este peso, algo que igualmente es extensible a otras categorías.
Roniel Iglesias salió también dispuesto a hacer valer su superioridad ante Ricardo Lagarda, propinándole una verdadera paliza desde el gong inicial hasta que se decretó el RSC en el tercer asalto. El vueltabajero, campeón olímpico en Londres 2012, es un boxeador con excelente técnica, si bien el oponente de turno está lejos de ser el mejor botón de referencia.
En los 81 kg el jovencito Osvary Morrell, campeón mundial juvenil en el 2016 en San Petersburgo, tuvo la encomienda de debutar en la WSB, sustituyendo nada menos que a Julio César La Cruz, tri campeón mundial y monarca olímpico.
El villaclareño, de 19 años, encontró en la esquina opuesta a Juan Carlos Carrillo, púgil con amplio recorrido en diverso torneos y quien acumula dos derrotas ante La Cruz.
Morrell (aún se recuerda que brindó una excelente pelea ante nuestro principal hombre de esta división en la final del Playa Girón celebrado el pasado diciembre en Santiago de Cuba) no se dejó robar la iniciativa y mostró por qué impresionó a técnicos y aficionados a su paso por las categorías precedentes.
Su estilo fogoso estuvo acompañado con movimientos elegantes, los cuales desconcertaron al representante cafetero, el cual fue penalizado en dos ocasiones. La votación favoreció de manera unánime al nuestro 49-44; 50-43 y 49-44.
En el epílogo del cartel el santiaguero José Ángel Larduet cruzó guantes contra Christian Salcedo, en más de 91 kg.
La “Pantera” Larduet, quien nació el 23 de febrero de 1990 en el municipio de Guamá, volvió a mostrarse con gran pegada y marcó los golpes más efectivos sobre la anatomía de Salcedo -espigado boxeador con 1, 98 metros de estatura- quien abandonó las acciones al finalizar el segundo asalto. De esta manera Larduet se agenció su tercera victoria antes de límite (en igual número de salidas) en esta VII Serie Mundial.
Con esta excelente actuación los Domadores concluyeron en primer lugar la etapa clasificatoria de su grupo, dejando lista la escena para enfrentar a la escuadra rusa, en el comienzo del camino final que los lleve a luchar por retener su corona en estas citas.
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