Al decir de Rafael Ibargollín, promotor del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) del territorio de Sancti Spíritus, la investigación tiene en cuenta a aquellos que padecieron UPD hace cinco años atrás y apuntó, además, que se efectuará en los policlínicos Centro y Norte, de la capital provincial.
Comentó que el fin es validar la eficacia del producto en la atención primaria de salud, donde se aplica gratuitamente; de ahí que el estudio se ejecute en varios centros de este tipo en el país y el cual tiene en cuenta variables como la edad, sexo, color de piel, incorporación del enfermo a la sociedad, reaparición de la úlceras, entre otras.
El especialista en Genética Médica especificó a la ACN que el hecho de emplearse el medicamento en la atención primaria, de que se encuentre al alcance de la mano de los enfermos, posibilita que la persona tenga la ventaja de aplicarse el producto desde que la lesión es más sencilla y, por tanto, el tiempo de recuperación resulta mucho menor.
Gracias el Heberprot-P la reaparición de las úlceras también se han reducido en estas personas, un hecho en el que han incidido, a su vez, los constantes operativos que se realizan para evaluar el funcionamiento de esta iniciativa priorizada por el sistema de salud cubano.
Según estadísticas mundiales, refirió Ibargollín, más del 60 por ciento de los pacientes con UPD sufren una amputación en el orbe.
En cambio, en el caso de los enfermos cubanos que utilizan el fármaco –que actualmente tiene patente en más de 30 naciones– el riesgo de amputación se encuentra por debajo del uno por ciento, lo que avala la eficacia y calidad del producto, resultado de la biotecnología cubana.
Consolidar en la atención primaria de salud la prestación médica al paciente con Diabetes Mellitus constituye uno de los logros principales del programa, ya que se intencionan las acciones de pesquisajes en aras de detectar a aquellos con potencialidades de sufrir esa dolencia y, de esa forma, brindarle un servicio preferencial, señaló.
Ibrahím Cardosa, de 62 años, recuerda lo que le sucedió un tiempo atrás con su primera úlcera y asiste nuevamente a la consulta, porque, según confesó, no esperará a complicarse y va a que lo valoren los especialistas, ya que \»confía en ellos, en su profesionalidad y entrega\».
Entre las ventajas del medicamento, que figura en el cuadro básico de medicamentos del Sistema de Salud Pública desde el 2007, se destacan la reducción del tiempo de cicatrización, lo que disminuye el número de desbridamientos y del riesgo de amputación, además de que estimula y acelera la granulación y la cicatrización progresiva y sostenida en UPD.