En aquellas cuestiones que hoy limitan una mayor acción de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) en el empeño por el máximo aprovechamiento de las reservas de eficiencia presentes en sus afiliados, estuvieron centrados los debates del balance anual de trabajo de su comité nacional.
Los participantes en la reunión señalaron que la falta de integración entre esa organización y los sindicatos en sus respectivos sectores y ramas.constituye una de las insuficiencias de naturaleza subjetiva que más dificultan el funcionamiento de los comités de aniristas en centros laborales y en algunos territorios.
Como Asociación no hemos sido capaces de aprovechar todas las estructuras de dirección de los sindicatos, sobre todo en el contexto municipal, expresó la delegada Marilu Molina Zayas al intervenir en la reunión efectuada en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
Todavía en las asambleas de afiliados cuando se aborda el cumplimiento del plan y el presupuesto de la economía no se analiza qué papel han jugado y pasa por alto o se toca superficialmente cuánto han aportado en materia de ahorro de recursos.
Al respecto Braulio Martínez, de la Empresa de Perforación y Extracción de Petróleo en Matanzas, consideró que “los primeros responsables de que la Anir sea reconocida en todos los escenarios somos nosotros mismos. Y si nosotros mismos no nos damos nuestro lugar nadie nos lo va a dar”.
Al respecto subrayó que en la reunión del consejo de dirección, el máximo representante de la Anir tiene que ser al menos un invitado permanente. Abogó por nuevas formas de estimulación a los asociados en su lugar de residencia o en la escuela donde estudia su hijo.
Para Martha Jiménez, representante de la Anir en la delegación provincial del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en Villa Clara, la integración es un proceso y si el sindicato no se acerca a mi, entonces yo tengo que acercarme e ir juntos en el cumplimiento de objetivos comunes.
Una experiencia interesante relató la joven Yanurys Véliz, quien al frente de los aniristas en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, ha logrado eliminar la desmotivación entre los innovadores; de un solo comité que existía hoy están agrupados en cuatro en pocos meses, así como ha logrado avances en la remuneración a los autores de iniciativas creadoras en la solución de diversos problemas.
“Mis compañeros de la Anir son mis amigos y hacemos recíprocos los problemas personales”, aseguró al subrayar que “el funcionamiento de nuestra organización parte de nosotros mismos”.
Durante el balance, Alfredo Machado López, presidente del Buró Nacional de la Anir entregó a la dirección de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) los compromisos productivos y del funcionamiento interno de los territorios con vistas a la rendición de cuentas del movimiento sindical al Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, documento que puso en manos de Ernesto Freire Casañas, jefe de departamento de la central sindical
