Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, instó a los trabajadores azucareros a lograr una mayor organización para alcanzar mejores indicadores de eficiencia.
En una visita al central Ifraín Alfonso, de Ranchuelo, destacó la importancia que tiene la zafra para la economía del país, por esa razón se necesita una superior estabilización de las fábricas, sobre todo en este período final.
Al referirse al desempeño de algunos ingenios de Villa Clara, comentó que las dificultades en las reparaciones provocaron que el José María Pérez iniciara la zafra con 36 días de atraso y que el Ifraín Alfonso reporte problemas en el desempeño industrial, situación que no debe repetirse.
Díaz-Canel también intercambió con estudiantes de la Escuela Pedagógica Manuel Ascunce, de Santa Clara, donde apreció el moderno soporte técnico de la institución en función de la instrucción de los futuros profesores de la enseñanza primaria.
Conoció las herramientas didácticas instaladas en la red informática del centro, la conectividad, los modernos laboratorios, incluido el de idioma inglés, y las peculiaridades del currículo docente.
Destacó la necesidad de crear en el profesorado las habilidades necesarias para que incluyan las nuevas tecnologías en la preparación y presentación de las clases, con el objetivo de llevar un producto de alta calidad a los estudiantes.
El Primer Vicepresidente cubano insistió en el uso del idioma inglés y la computación en todas las asignaturas para que luego los maestros compartan esos conocimientos con sus alumnos.
Al concluir la visita a Villa Clara, apreció la construcción de la planta para la producción de biofertilizantes y bioplaguicidas, que se ejecuta en Santa Clara, la cual abastecerá de esos productos a la región central del país y para la exportación.
Javier Morales Albalat, inversionista de la obra, explicó que el diseño industrial incluye un moderno sistema de tratamiento de los residuales que evita su vertimiento al suelo y permite la reutilización del agua.
Significó que la construcción comenzó en el 2013 y tiene un cronograma de ejecución de cuatro años; la precede una similar en La Habana, que está al 70 por ciento, y otra se ejecutará posteriormente en la provincia de Granma.
