La Liga Superior de Baloncesto ha reservado las mejores emociones para la final, con dos cotejos disputados y emocionantes entre Pinar del Río y Matanzas, a pesar de que el nivel técnico-táctico se mantiene por debajo, como ha sido habitual en esta temporada desde el Torneo Nacional de Ascenso.
La serie por el título comenzó el sábado en la sala 19 de Noviembre de los vegueros y el éxito fue de los visitantes 66-63 en tiempo extra.
Las acciones se emparejaron con victoria 70-68 para los locales, quienes dominaron el encuentro desde el primer cuarto, cuando sacaron ventaja de 22-9. De la mano de Yosiel, El Chori, Monterrey y Yaudelier Suárez, que marcó 11 puntos (cuatro dobles y un triple) en el período inicial, los verdes volvieron a defender de maravillas y quedó demostrado que sigue siendo su principal arma.
La maquinaria roja logró ganar las restantes tres mangas, en gran parte por su dominio en los rebotes, pero nunca pudo adelantarse en la pizarra. Otro de los factores que frenaron el empuje de los yumurinos fue la mala actuación de Yuniskey Molina, una de sus principales cartas.
Los últimos 10 minutos de partido brillaron por la intensidad de ambos planteles, que dieron todo en el tabloncillo, a pesar del evidente desgaste de los más occidentales, con una banca menos efectiva que sus rivales. El final, no apto para cardíacos, tenía el marcador 69-68 a favor de los discípulos de Andrés González.
Tras dos tiros libres errados de Yosiel Monterrey, la balanza parecía inclinarse para los matanceros, pero el último fallo cayó en manos de los pinareños. Como es lógico, los visitantes forzaron la falta y Yaudelier (mejor anotador del cotejo, 21 cartones) anotó un punto. Con menos de 10 segundos en el reloj, la remontada, perfectamente posible, no llegó, y los verdes vencieron 70-68.
Ahora, los duelos se trasladarán para la Escuela de Iniciación Deportiva Luis Augusto Turcios Lima en la Atenas de Cuba. Allí se jugarán tres pleitos a partir del miércoles. Si fuera necesario habría que regresar a la más occidental de las provincias, pues para colgarse el oro hay que triunfar en cuatro ocasiones.
