El cierre de la IV Copa Panamericana, categoría Sub-18 (f), tuvo olor a café colombiano en el coliseo de la Ciudad Deportiva, tras superar el equipo de ese país a nuestra selección 3-0 (25-22, 25-18, 25-19) y tomar desquite del revés sufrido en la etapa clasificatoria.
Con muchos errores en la recepción, imprecisiones en el pase y un bloqueo desaparecido, las muchachas de Juan Carlos Cruz no pudieron hacerles frente a unas sudamericanas inspiradas, que al igual que las cubanas habían ganado en tie break las semifinales. Ellas ante Dominicana, las anfitrionas sobre Argentina.
Las que para muchos son las nuevas Espectaculares Morenas del Caribe, a partir de su calidad, talento y potencial, este domingo vivieron su día más fatal, con 28 puntos regalados a sus contrarias y un ánimo muy por debajo de lo visto en todo el evento.
El objetivo de clasificar para el mundial de su categoría fue conseguido, pero la última cara pudo ser mejor porque lo merecían.
En el partido por el bronce, las quisqueyanas triunfaron 3-1 (22-25, 25-22, 25-27 y 25-23) sobre las argentinas y completaron el podio de un torneo que se caracterizó por la buena organización y una alta presencia internacional, con 10 selecciones del continente.
El revés cubano aguó, hasta cierto punto, una celebración local, pero los nombres de Ailama Cece, Elizabet Vicet, Yamisleydis Viltres y Thalía Moreno, por solo mencionar algunos, parecen haber llegado para crecer en el mundo de la malla alta. Tiempo al tiempo.