Por Elaine Caballero
El viernes 31marzo, Juana Rivero Casteleiro Cuca Rivero abandonó este mundo, con la conciencia íntegra y el deber cumplido, de que la muerte no es más que un espectáculo pasajero cuando la vida y el bien se han consumado decorosamente.
La profesora invisible, como solían denominarla por su intensa labor en la radio, por casi dos décadas, siempre dispuesta a ofrecer buenos consejos a los más pequeños. Su voz desprendía tanta pasión y dulzura desde el instante mismo en que comenzaba el programa.
José María Vitier, en su carta de despedida, publicada en Cubadebate, expresó: “yo quiero evocar en este momento la primera imagen que tuve de Cuca, cuando llegué a su casa hace más de 40 años y me sorprendió por encima de todo su alegría, su infinita curiosidad por la vida, su urgencia de ser un factor actuante y comprometido con la vida de su país. Su pasión intransigente por la educación, por la inclusión del arte en la formación de cada niño, no solo de los dotados, sino de cada niño de este país”.
Numerosas distinciones recibió por su actuar en favor de la cultura y la educación del país. Entre ellos se destacan el premio Nacional de Televisión, el de Radio y el Nacional de Música (en reconocimiento a su accionar como directora coral, investigadora y pedagoga). Pero si algo hizo sentir feliz a Cuca no eran precisamente los lauros, más bien hallaba regocijo en merecer el beso de sus niños.
“Si tuviéramos que elegir un solo momento, el más intenso, y apasionado de su vida, y sin temor a equivocarnos, porque ella misma se encargó de reafirmarlo muchas veces, a lo largo de su larga vida, no dudaríamos en mencionar aquel inolvidable julio de 1961, en que al frente de multitudinario coro de 600 voces campesinas, entrenadas por ella, se presentó ante el público habanero alzando los cantos primeros de la Revolución, simbolizando la justicia poética de la mayor utopía de nuestra Patria”, puntualizó Vitier.
Ha partido una voz esencial de la cultura cubana, pero no sin antes haber legado una obra que deviene paradigma para los que inicien la desafiante tarea de educar, investigar y forjar hombres de bien.
