Todavía el IV Clásico Mundial no termina, aunque para Cuba sí es historia con un octavo puesto asegurado y una andanada de comentarios sobre su actuación: dos victorias y cuatro derrotas. El análisis más serio vuelve a recaer entonces en lo que puede hacer nuestro béisbol con lo que tiene y lo que quisiera hacer si muchas ataduras internas y externas no existieran.
Para nadie era un secreto que esta selección nacional era la más débil de cuantas hemos presentado en estas lides. Y al decirlo no subestimamos la calidad de sus integrantes, sino que reconocemos las debilidades y las carencias para enfrentar un nivel al que se llega no por corazón o deseos, sino con juegos y exigencias tácticas y técnicas que no tenemos hoy en nuestros campeonatos.
Si examinamos de nuevo la nómina hay que ratificar, que con cuatro o cinco nombres más —pongámosle hasta 10— son los mejores peloteros que tenemos hoy en Cuba. ¿Por qué algunos lucieron mejor que otros? Alfredo Despaigne, Yurisbel Gracial y Roel Santos, por solo mencionar tres de los más destacados, han elevado su rendimiento personal a partir de la inserción en ligas profesionales y por tanto, pueden realizar los ajustes más rápidos cuando así lo demanda el certamen.
Por supuesto, nada es directamente proporcional, pero la realidad no miente. Batear bien en la serie nacional no es sinónimo de que lo hará así en la arena internacional, donde enfrentará lanzadores más veloces, de mayores recursos y sobre todo más inteligentes a la hora de trabajar en el box. A medida que usted vea más ese pitcheo se adaptará y crecerá en nivel, lo cual no todos pueden hacerlo en torneos cortos o en giras preparatorias.
Nuestro staff de lanzadores también pasa por la misma historia. Si aquí ganan y ganan dando más de cuatro boletos por partido, con falta de concentración, sin marcar el primer strike o escaso estudio del rival, cuando suba el rigor de la competencia, como ocurre en el Clásico Mundial, no podrán dominar porque ese ABC no lo han incorporado como imprescindible. ¿Vladimir Baños y Miguel Lahera son superiores al resto? No, pero cumplieron con lo mencionado de manera más eficiente e inteligente.
Pasar a la segunda ronda más que un objetivo era lo elemental para nuestro equipo del mismo modo que hubiera sido una heroicidad incluirnos en la semifinal por más que la motivación, el esfuerzo y las ganas de los muchachos quisieran. No obstante, contra Israel (con todo y que era un equipo B o C de Estados Unidos) no debimos perder, como tampoco una previsible derrota ante Holanda era impensada por la vía del nocao.
¿Un Cuba unificado?
Antes y después de este resultado, muchos siguen viendo como la cura de nuestro béisbol la posibilidad de que jugadores cubanos en otras ligas del mundo, específicamente en la Major League Baseball (MLB), integren un conjunto principal de cara al Clásico.
Más allá de las dimensiones deportivas, el tema necesita explicarlo con claridad. ¿Cómo es posible pensar en esa convocatoria si la propia MLB, a partir de la vigencia del bloqueo de Estados Unidos a Cuba, vetó la inserción de nuestros peloteros en la liga de Puerto Rico, lo que trajo consigo, por solidaridad de otras ligas, la parálisis de contrataciones en el Caribe, estimadas en unos 50 nombres?
¿Es justo que la MLB siga contratando a peloteros cubanos que tienen que renunciar a vivir en su país en lugar de hacerlo por las vías formales y a través de nuestra Federación, la cual ha mostrado estar dispuesta a conversar y negociar este tema?
Aunque hay quien cierre los ojos para no ver la política en el béisbol, los principios están delante y no significa discriminación hacia los peloteros formados en este país, sino respeto y búsqueda racional para quienes siguen jugando en nuestras series nacionales y aspiran a hacerlo algún día en la MLB, sin necesidad de romper con lo vivido en esta nación.
Por eso es que no es posible hoy un equipo Cuba unificado, que no implica tampoco tozudez ni pasado. En el futuro pudiéramos convocar a todos nuestros peloteros que hoy juegan por el mundo —no solo los de las MLB—, pero eso no resolvería el problema interno del béisbol y ni siquiera daría la certeza de un mejor lugar en torneos internacionales.
¿Final esperada?
Las semifinales Puerto Rico-Holanda (lunes) y Japón-Estados Unidos (martes) parecen complacer a muchos, a pesar de que el monarca de la pasada edición, República Dominicana, quedó en el camino tras caer 6-3 con los norteños.
Invictos en seis salidas, boricuas y japoneses parecen estar listos para una inédita final, aunque los tulipanes demostraron que no son menos que nadie con su ofensiva y los dueños de casa persisten en que van por un título que jamás han podido acariciar.
Los únicos latinos sobrevivientes tienen el mejor pitcheo del torneo (2.25 promedio de carreras limpias y un WHIP de 0.94) y los bates más calientes (330 de average); mientras la representación asiática —por cierto, ha sido medallista siempre y de perder ahora quedaría tercera— dependerá no solo de su excelente cuerpo de serpentineros, sino también de una producción de largo alcance (suman 10 jonrones) que puede desestabilizar a cualquiera.
El miércoles quizás tendremos un nuevo campeón del Clásico, al que volveremos en el 2021 con más preguntas que respuestas.
Bateadores
Nombre | VB | C | H | 2b | 3B | HR | CI | K | BB | OBP | SLU | AVE | OPS |
A.Despaigne | 19 | 6 | 9 | – | – | 3 | 6 | 3 | 4 | 583 | 947 | 474 | 1531 |
Y. Gracial | 23 | 4 | 10 | 4 | – | 1 | 4 | 3 | – | 435 | 739 | 435 | 1174 |
V. V. Mesa | 7 | – | 3 | 2 | – | – | 3 | 2 | – | 429 | 714 | 429 | 1143 |
Y. Alarcón | 12 | – | 4 | 1 | – | – | 1 | 1 | – | 333 | 417 | 333 | 750 |
R. Santos | 22 | 3 | 7 | 1 | 1 | – | 2 | 5 | – | 318 | 455 | 318 | 773 |
W. Saavedra | 21 | 3 | 6 | 1 | – | – | – | 3 | 1 | 348 | 333 | 286 | 681 |
G. Avilés | 4 | – | 1 | – | – | – | 2 | 2 | – | 400 | 250 | 250 | 650 |
Y. Céspedes | 16 | 2 | 4 | 1 | – | – | 1 | 6 | – | 250 | 313 | 250 | 563 |
J. Delgado | 9 | – | 2 | 1 | – | – | 0 | 2 | – | 222 | 333 | 222 | 556 |
A. Ayala | 23 | 1 | 5 | 3 | – | – | 2 | 2 | – | 208 | 348 | 217 | 556 |
F.C. Morejón | 10 | 1 | 2 | 1 | – | – | 1 | 2 | – | 273 | 300 | 200 | 573 |
C. Benítez | 11 | 1 | 1 | – | – | – | – | 3 | 1 | 167 | 091 | 091 | 258 |
F. Cepeda | 15 | 2 | 1 | – | – | – | – | 4 | 7 | 364 | 067 | 067 | 430 |
Y. Manduley | 3 | – | – | – | – | – | – | 1 | – | .000 | .000 | .000 | .000 |
O. Vázquez | – | – | – | – | – | – | – | – | – | – | – | – | – |
Lanzadores
Nombre | G | P | PCL | JL | JS | IN | HP | C | CL | HR | BB | K | WHIP |
M. Lahera | 0 | 1 | 0.00 | 3 | 1 | 4.2 | 3 | 3 | 0 | 1 | 1 | 5 | 0.86 |
Y. Torres | 0 | 0 | 0.00 | 2 | 0 | 1.0 | 1 | 3 | 0 | 0 | 1 | 0 | 2.00 |
L. Moinello | 0 | 0 | 3.00 | 3 | 0 | 3.0 | 3 | 1 | 1 | 0 | 5 | 7 | 2.67 |
N. Entenza | 0 | 0 | 3.38 | 2 | 0 | 5.1 | 5 | 2 | 2 | 0 | 4 | 3 | 1.69 |
V. Baños | 1 | 0 | 4.00 | 2 | 0 | 9.0 | 6 | 4 | 4 | 1 | 2 | 7 | 0.89 |
L. Martínez | 0 | 0 | 6.00 | 1 | 0 | 3.0 | 3 | 2 | 2 | 1 | 0 | 2 | 1.00 |
J. Martínez | 0 | 0 | 6.75 | 2 | 0 | 2.2 | 3 | 2 | 2 | 1 | 2 | 2 | 1.88 |
V. García | 1 | 0 | 8.10 | 3 | 0 | 6.2 | 8 | 7 | 6 | 3 | 2 | 6 | 1.50 |
Y. Yera | 0 | 2 | 8.22 | 4 | 0 | 7.2 | 8 | 7 | 7 | 0 | 7 | 5 | 1.96 |
L. Blanco | 0 | 1 | 8.31 | 2 | 0 | 4.1 | 9 | 4 | 4 | 1 | 4 | 3 | 3.00 |
A. Sánchez | 0 | 0 | 9.00 | 1 | 0 | 1.0 | 2 | 2 | 1 | 0 | 0 | 0 | 2.00 |
R. Martínez | 0 | 0 | 27.00 | 1 | 0 | 0.1 | 2 | 1 | 1 | 0 | 1 | 0 | 9.00 |
J.A. García | 0 | 0 | 54.00 | 2 | 0 | 0.1 | 2 | 2 | 2 | 1 | 1 | 0 | 9.00 |