El atletismo cubano concluyó el ciclo olímpico pasado con una deuda enorme para sus seguidores, dado que solo pudieron regresar de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro con un bronce de la discóbola Denia Caballero y actuaciones por debajo de las marcas que debían obtener para esa fecha.
Aires de renovación, objetivos precisos y una nueva dirección al mando del deporte rey organizaron su primer examen público esta semana con la celebración de la Copa Cuba, en un estadio que pide a gritos más que una pista nueva, pero al final sigue siendo el cuartel general de lanzadores, corredores y saltadores.
La marca más destacada sobrevino en la especialidad más estable en los últimos 25 años: el triple salto. El joven Andy Díaz con su 17,40 metros no solo superó su propio tope, sino que alentó a sus rivales, quienes se animaron a alcanzarlo, pero se quedaron cortos con 17,24 para Cristian Nápoles y 17,05 para Lázaro Martínez.
Otra modalidad que mostró nivel mundial fue el lanzamiento del disco, con la corona para Yaimé Pérez (65,57 metros), por delante de la titular del orbe del 2015, la mencionada Denia, quien ahora tiró 64,08 a partir del período de entrenamiento en que se encuentra.
A pesar del estimulante viento en muchas pruebas, hay que calificar de atractivos y esperanzadores los resultados de Roberto Skyers y Reynier Mena en los 100 y 200 metros; así como los 4,40 de nuestra campeona universal en la pértiga, Yarisley Silva, a la que vimos dispuesta a recuperar sus mejores registros y mucho más animada luego de ir venciendo ya sus problemas personales.
El salto largo, los 400 y 800 metros, los 110 con vallas y los relevos largos y cortos mostraron rendimientos aceptables para esta etapa; en tanto la heptalonista Yorgelis Rodríguez prefirió inscribirse en eventos individuales y sacó par de preseas: oro en salto de altura y plata en largo, estrategia explicable para el momento actual.
Por supuesto, hay asignaturas por vencer y mucho trabajo todavía en especialidades que antaño nos dieron glorias y hoy exhiben niveles muy bajos para aspirar siquiera a medallas internacionales como son los lanzamientos de jabalina, bala y martillo.
La Copa Cuba también tuvo una cara pocas veces comentada, pero recurrente y saludable en extremo para una disciplina necesitada de oxígeno y vitalidad. Una constelación de campeones mundiales y olímpicos, incluidos Javier Sotomayor, Iván Pedroso, Anier García, Yumisleidis Cumbá, Yoelbis Quesada, Yargelis Savigne, María Caridad Colón, Dayron Robles y Yipsi Moreno, por solo citar algunos, presenciaron las tres jornadas. Y lo más importante, muchos están involucrados ya con tareas concretas en la nueva imagen que se quiere lograr en el atletismo.
No puedo tampoco obviar las insuficiencias materiales que no contribuyeron a un buen espectáculo como las pizarras para colocar los resultados. Bienvenida la animación in situ de un colega como René Navarro y la solución encontrada para mejorar la pistilla del triple salto. Queda mucho por hacer de cara al Memorial Barrientos (24 al 28 de mayo), pero este primer examen fue aprobado con trabajo, seriedad y organización.